Renault KWID es un pequeño de origen europeo que vino a conquistar el bolsillo de los consumidores mexicanos con un póquer de ases sobre la mesa: apariencia única en el segmento, precio, rendimiento y seguridad.
El aspecto de este hatchback, recién desempacado en México, es la de una SUV (uno de los segmentos que ha tenido más éxito en el país) pequeña y juvenil, con un frente robusto y una altura adecuada para salir airoso en los obstáculos que se pueden presentar en los asentamientos urbanos, mercado al que va dirigido este pequeño competidor de los compactos de entrada.
En los detalles exteriores es notorio el esfuerzo de la marca por imprimirle un estilo propio, objetivo que cumple en su totalidad; será difícil no distinguir los trazos redondeados y la variedad de texturas y materiales que se le colocaron tanto en el frente como en los laterales y la parte trasera.
En el interior no abundan los detalles ni sobran espacios, pero destaca una diferenciación en el diseño de los asientos, además de que en el panel de control principal se tiene acceso a una pantalla que permite navegar a través de Android Auto y Apple Carplay, algo que se agradece en un auto de la categoría, aunque se extrañan detalles como controles en el volante y cristales eléctricos en la parte trasera.
Razones “de peso”
El precio del modelo de entrada del KWID es de 164 mil 900 pesos, por lo que no deja de ser una buena apuesta de Renault para incentivar a quienes apenas quieren adquirir su primer auto, algo que se refuerza cuando vemos que la versión más costosa, denominada Outsider, no llega a los 200 mil pesos, elemento que puede ser valioso en un entorno en el que el mercado de autos en México ha estado de capa caída.
En este sentido, otra de las características del pequeño gigante es hacer sonreír al personaje de cualquier billete mexicano: El ahorro de combustible, ya que el motor de 1.0 L ofrece un rendimiento en ciudad de casi 21 kilómetros por litro en consumo mixto.
Eso sí, es evidente que la apuesta de la firma del rombo no es la velocidad ni los rebases en la carretera. Por el contrario, el tamaño, la altura y el rendimiento hacen ver que la mano la llevan los recorridos por la ciudad.
Se debe recalcar que todas las versiones cuentan con el mismo nivel de equipamiento de seguridad, que consta de bolsas de aire frontales para los que viajan al frente, y laterales para los pasajeros de atrás, frenos ABS, inmovilizador y alerta de cinturón de seguridad.
Contar con los modernos mecanismos de seguridad automotriz da la confianza esperada.
Este auto es fabricado en Brasil desde donde se exporta al mercado mexicano.