London Taxi Company, la empresa encargada de este servicio en Londres, puso a prueba un nuevo vehículo eléctrico en las condiciones más extremas del Ártico, con temperaturas de hasta -49 grados.
Estas pruebas buscan analizar el arranque y rendimiento de la unidad, así como el impacto sobre la sujeción, conducción y visibilidad en condiciones extremas. Una vez finalizadas, se continuará su evaluación en entornos de calor extremo, analizando también la experiencia del pasajero y conductor.
Wolfram Liedtke, director de calidad, dijo que el taxi ha sido desarrollado con la calidad y resistencia necesarias para alcanzar los estándares del exigente ciclo de vida que llevan este tipo de vehículos, y una vez superadas todas las pruebas, se comenzará la producción, siendo el producto de mayor calidad y resistencia en los 98 años de historia de London Taxi.