TÉCNICAS CESVI: Valuación de daños en partes bajas de un vehículo

Es primordial analizar si el vehículo es reparable o se enviará para análisis de pérdida total

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El crecimiento de la industria automotriz ha sido impulsado por el aumento de la demanda de seguros automovilísticos a medida que las personas se vuelven más conscientes de la importancia de la protección de su patrimonio y el riesgo que conlleva circular en carretera.

En la línea de innovación y eficiencia del proceso de valuación en vehículos ligeros, las compañías de seguros socias a CESVI MÉXICO han detectado la necesidad de tener proveedores y personal competente y calificado para realizar una valoración objetiva de daños, entre lo cual destaca el desarrollo de nuevos protocolos de apoyo para la identificación de daños en las partes bajas de un vehículo.

En ese sentido, con este texto empezamos una serie de artículos en los que describiremos los conocimientos necesarios para evaluar esta sección del automóvil.

Bases de valuación de daños en partes bajas 

El proceso de valuación de los daños del vehículo inicia en el centro de reparación, donde se determina el monto de los daños sufridos en la unidad después de un accidente o incidente similar. Esta inspección se utiliza para determinar el costo estimado de reparación, el tiempo promedio de estancia y el valor del vehículo en el mercado de seguros. 

 

Para el servicio de reconstrucción de hojalatería y pintura, actualmente los técnicos encargados de la reparación y el valuador del centro se apoyan de criterios y tabuladores que han sido desarrollados por CESVI MÉXICO, a través de pruebas de reparabilidad que sirven como fundamento para establecer un criterio objetivo probado. 

 

Por otra parte, realizar la valuación de daños en las partes bajas de un vehículo requiere de una formación y experiencia más avanzada a la de reparación de hojalatería y pintura, debido a que estos conocimientos involucran:

 

  1. Interpretación del reporte de alineación.
  2. Técnicas de documentación (fotografía).
  3. Sistemas mecánicos y los cuatro principios de criminalística.
  4. Condiciones del vehículo.

 

Una valuación en partes bajas de un vehículo puede dividirse en dos casos distintos cuando se cuente con daños en suspensión:

 

CASO 1: El vehículo no puede circular 

 

La mejor práctica que deberá aplicar el valuador de siniestros es analizar si el vehículo es reparable o se enviará para análisis de pérdida total (PT).

 

  1. El vehículo se encuentra en un límite de PT, se puede presentar este caso por el tipo de vehículo año/modelo y costo de piezas dañadas.

 

  1. Si el vehículo no es pérdida total, el primer paso será:

 

  1. Tomar fotografías que evidencian los daños en las piezas.
  2. Solicitar el cambio de los elementos que impiden la circulación del vehículo.
  3. Pedir un acondicionamiento-ajuste, de las piezas adyacentes.
  4. Ordenar la alineación del vehículo en rampa.
  5. Imprimir el informe de alineación.

 

Una vez obtenidas las fotografías de los daños y el reporte de alineación, el valuador de siniestros deberá justificar con notas o carta diagnóstico, los elementos que no tengan un soporte contundente de daños y que solo se reflejen en el reporte de alineación.  

 

La carta diagnóstica, al igual que los comentarios, deberá ser redactada por el técnico quien realizó la alineación, justificando las piezas dañadas que presentan fallas por causa del siniestro, así  como los problemas causados por un mal uso y los elementos que tienen desgaste por falta de mantenimiento.

 

“Es responsabilidad del centro de reparación notificar al propietario del vehículo qué piezas se dañaron a causa del siniestro, y qué otras no se considerarán para cambio por su mal estado o falta de mantenimiento”.   

 

CASO 2: El vehículo puede circular

Las mejores prácticas cuando se tienen daños en la suspensión son:

 

  1. Realizar la alineación a los cuatro ejes para conocer el problema que presenta.
  2. Documentar con fotografías las piezas dañadas.
  3. Escribir el reporte de alineación.

 

Cabe señalar que si un vehículo sufrió daño en partes bajas (suspensión), y puede circular, no deberá ser manipulado después por el propietario, ya que se puede generar un agravamiento en piezas adyacentes al ponerlo en marcha, este criterio puede cambiar si se le da a conocer al propietario qué piezas serán cambiadas a causa del siniestro, qué piezas presentan desgaste por uso y qué piezas ya estaban dañadas y no son parte de un siniestro. 

 

En síntesis, un daño en las partes bajas de un vehículo puede ser muy peligroso, ya que impacta en la estabilidad y la capacidad de controlar la unidad, motivo por el cual, al momento de realizar el diagnóstico de daños, el valuador de siniestros se deberá de apoyar de un técnico certificado con conocimientos sólidos en fallas mecánicas y suspensión, debido a que él dictaminará y realizará las pruebas necesarias en piezas o sistemas mecánicos que presenten daños, siempre teniendo presentes los principios de criminalística.

 

En la próxima entrega, describiremos con detalle cada una de estas pruebas. 

 

Rodolfo López Lázaro

CESVI MÉXICO 

 

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