Raúl lleva tiempo juntando sus pesos para dar el enganche de un auto nuevo, y aunque la pandemia y los confinamientos atrasaron un poco sus planes, el contexto actual le permite sentirse un poco más seguro para desembolsar sus ahorros en un medio de transporte que lo lleve y lo traiga.
Va a la distribuidora de la marca de autos que desde hace tiempo tiene en la mira, pero al preguntar por los planes de financiamiento y las versiones disponibles, se lleva una sorpresa: no hay autos disponibles para entrega en el corto plazo, y los pocos que se tienen no entran en sus planes de compra.
Situaciones como esta son comunes desde hace algunas semanas en las distribuidoras de autos nuevos, no sólo en México, sino en todo el mundo.
Faltan microprocesadores
La razón de esto es tan sencilla como inusitada: la industria automotriz a nivel global tiene una escasez de microprocesadores, o chips, unos diminutos, pero complejos componentes que son indispensables para armar los microcircuitos de los artefactos que hacen más sencilla nuestra vida diaria, desde teléfonos celulares hasta autos.
Especialistas han explicado que este desajuste entre la oferta y la demanda de chips se remonta a la pandemia, cuando la demanda a nivel global de aparatos como teléfonos celulares, computadoras y tabletas creció exponencialmente, dejando “descobijado” al sector automotriz.
Septiembre negro
Si bien esta problemática es un lastre que la industria automotriz arrastra desde hace algunos meses, durante el tercer trimestre se ha marcado un recrudecimiento de la situación. Tan solo en septiembre hubo un desplome en producción del 33.30%, en comparación con el mismo mes del año pasado, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI).
Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), ha señalado que el impacto para la región de Norteamérica se estima en más de 2 millones 245 mil unidades, de las cuales medio millón corresponden a México, en el periodo de enero a octubre.
Efecto dominó
Este impacto en producción ha provocado un efecto dominó en los inventarios y los pisos de venta a nivel global. Rosales ejemplifica que en Estados Unidos actualmente se cuenta con un inventario para 24 días de venta, cuando en condiciones normales se tienen autos para 65 días, una situación que no es muy distinta en México.
“Estamos en este momento con tres y cuatro semanas de producto en inventario entre nuestros distribuidores. Esto contrasta con lo que es una operación normal para el mercado mexicano, contar con una disposición de inventarios para tres meses de ventas”, dijo Rosales en referencia a un sondeo levantado por la agrupación de distribuidores.
A la fila para tener auto nuevo
Este hecho ha sido confirmado por un sondeo realizado por Alianza Automotriz entre distribuidoras de la capital del país, donde las problemáticas van desde quedar en lista de espera para la entrega de un auto nuevo, hasta la falta de vehículos en los pisos de venta, aunque es una realidad que el problema no ha pegado igual para todos los distribuidores y marcas.
Pese a ello, la AMDA señala que no han tenido cierres de distribuidoras por esta situación, aunque en lo que va de 2021 no ha sido posible recuperar el 6% de la pérdida de empleos que se dio durante la pandemia.
“Es factible que, en algunas empresas, sobre todo en el área de ventas, se estén dando ajustes por esta carencia de producto. Lo que se privilegia es establecer mecanismos de rotación de vendedores para que no tengamos que llegar al extremo de cancelar puestos de trabajo”, señala Rosales.
Sin estrenar en diciembre
Si bien una crisis como la que actualmente viven los distribuidores de autos no es bienvenida nunca, ahora mismo pega en momentos en que el periodo más fuerte de ventas está a la vuelta de la esquina.
El especialista Guido Vildozo, senior manager Americas Light Vehicle Sales Forecasting en IHS Markit, ha advertido que diciembre representa históricamente casi el 25% de todas las ventas anualizadas en México, por lo que es evidente el riesgo de que la temporada no resulte tan buena este año como lo es tradicionalmente.
En este sentido Guillermo Rosales, de AMDA, admite que los tiempos de falta de oferta e incertidumbre permearán en la temporada alta. “No existe certeza respecto del volumen que estará disponible para la venta en los próximos meses, lo que es el bimestre más fuerte de la venta de vehículos de manera estacional en nuestro país”, señala.
¿Lo peor está por venir?
Son bien conocidas las razones de la escasez de autos por la falta de semiconductores, cuyo origen es principalmente asiático. Lo que no es claro es cuándo llegará el peor momento ni cuándo tendrá una solución definitiva.
El especialista de IHS Markit afirma que hay un riesgo de que la situación incluso pueda recrudecer, dadas las condiciones que se están dando en países como Indonesia, Vietnam, Tailandia o Malasia, por mencionar algunos, por lo que ha instado a que la industria esté preparada para trabajar con inventarios limitados.
La AMDA señala que aún falta un largo trecho para que esta situación se solucione, ya que se ha dicho que hay posibilidades de mejoría para mediados de 2022 y niveles de normalización hasta 2023. “Esta es la magnitud de lo que trae consigo la crisis en la producción de semiconductores y los impactos que estamos viendo en la oferta para el mercado mexicano”.