Muchas veces los mecánicos suelen despreciar a la competencia. Son muchos los que no necesitan más que un pequeño “empujoncito” para comenzar a hablar mal de otros mecánicos.
El deseo de sobresalir y ser más que los demás es muy propio del ser humano e incluso es un motivador al crecimiento. Pero, no por ello debemos desaprovechar la oportunidad de aprender de aquellos que se dedican a lo mismo que nosotros.
Se dice que las comparaciones son odiosas, pero cuando nos comparamos con alguien que tiene más capacidad o habilidad, puede surgir la inquietud de igualarlo o superarlo, porque una conclusión válida es qué si él o ella lo logró, también nosotros lo podemos hacer, si reunimos las suficientes condiciones.
¿Cómo aprenderle a los demás?
La respuesta puede ser tan sencilla como hacerle una visita a un competidor para solicitar un servicio o una cotización. Ya en su negocio observa detenidamente la fachada ¿Está limpia o sucia? ¿Qué impresión te da? Si pudieras copiar algo de ella ¿qué sería?
Revisa cómo está acomodado y distribuido, ¿qué le notas a los automóviles que están reparando, las herramientas, los equipos, las oficinas?, ¿te dan una imagen de profesionalismo o de abandono, de solidez o de dejadez?
Cuando converses con la persona que te da informes ponles atención a los pequeños detalles, su forma de platicar contigo, el lenguaje, las expresiones y el desarrollo de la plática. ¿Qué te gustó de la forma en la que te trataron? ¿Puedes copiar algo para usarlo en tu propio negocio?
Haz preguntas: ¿dan garantía? ¿Quiénes son sus clientes? ¿En qué horarios abren? ¿Dan facilidades de pago? Cada respuesta te dará más detalles que valen la pena ser analizados para aplicarlos en tu propio taller.
En cuanto salga del negocio de tu competidor, toma nota tanto de lo positivo como de lo negativo para aprovechar la cercanía del momento, y después utiliza tus apuntes para establecer nuevas estrategias o políticas en tu propio negocio.
Y esta práctica la puedes repetir cuantas veces quieras, yo incluso, a veces, si el tiempo me lo permite, aprovecho los viajes para conocer talleres de otras regiones y ciudades y seguir aprendiendo de ellos.
Aprovecha a esos maestros, los competidores, quienes pueden enseñarnos si nosotros estamos dispuestos a aprender de ellos.