Manfred Brandes es un apasionado de su trabajo, de la innovación y la búsqueda constante de nuevas herramientas que permitan mejorar la productividad y rentabilidad de los talleres de pintura y colisión.
Desde pequeño le interesaron las ventas, aunque a la hora de decidir qué estudiar eligió contabilidad; sin embargo, eso no le impidió continuar con su pasión y como vendedor descubrió el “mundo” que le apasiona al punto de tener más 35 años en el segmento de la reparación y repintado automotriz.
“Fui parte del equipo pionero en traer pintura de dos componentes a México, en ese caminar nos dimos cuenta que no había cabinas, ni lijas, ni bancos de enderezado”. Así fue como Manfred encontró su propio camino: buscar por todo el mundo herramientas y productos para equipar a los talleres.
Su experiencia llamó la atención de Fix Autos, la franquicia más grande de talleres de carrocería y pintura, firma que le ofreció la dirección general de Fix Autos México y desde esa trinchera abrir el mercado nacional. ¿Su labor?, aperturar nuevos talleres con los más altos estándares de calidad.
Negocio creciente
En México, el tema de las franquicias es común con productos de comida rápida, incluso refaccionarias, llanteras o talleres mecánicos, pero en la parte de carrocerías, repintando y colisión es mucho más complicado de encontrar, ya que los talleres que existen suelen ser de agencias, aseguradoras o son locales que pintan en la calle.
El gran reto de Fix Autos es precisamente encontrar aquellos talleres interesados en profesionalizar su trabajo no sólo en la parte técnica sino en administración y tecnología.
Y eso ha hecho Manfred Brandes, buscar talleres dispuestos a dar el salto. “Tengo 35 años de experiencia. El mercado mexicano se ha ido equipando poco a poco, y creo que actualmente se encuentra preparado para cambiar, pero hace falta reparar con más calidad, faltan algunos procesos”, aclaró.
Con Fix Autos su intención es que los vehículos regresen a su estado original de seguridad, con talleres equipados con tecnología que permita reparar acero de alta resistencia, respetando las medidas originales para entregar certificados de garantía.
Es aquí donde el franquiciatario ofrece una oportunidad a los propietarios de los talleres independientes para convertirse en empresas rentables, con beneficios corporativos sin dejar de ser los dueños del taller.
“Les traemos negociaciones con proveedores de refacciones de pintura, metemos procesos de productividad, procesos de certificaciones y supervisamos constantemente la red para lograr los objetivos. Con nosotros pueden ser más rentables”, afirma.
Actualmente, Fix Autos cuenta con más de mil talleres en todo el mundo y en México ya operan tres: Toluca, San Luis Potosí y Puebla. Su intención es sumar entre siete y nueve talleres en Chihuahua, Los Cabos, Ciudad de México, Guadalajara y en cinco años tener una red de al menos 120 franquicias.
“Intentamos aprovechar su equipamiento actual (del taller) y pedimos equipos básicos para lograr la calidad y productividad como el equipo de enderezado con sistema electrónico de medición para poder medir antes y después, si no conozco la medida original de planta no sé qué y cómo reparar; se requiere la soldadora de plásticos para poder salvar piezas; la soldadora de puntos para garantizar la reparación del acero nuevo y sistema de lijado con aspiración, entre otras cosas”, explicó Manfred.
Aprendizaje continuo
En estas tres décadas, todavía se encuentra en proceso de aprendizaje, “aprendo de los clientes, de lo que me platican personas de otras partes del mundo”.
Aunque reconoce que es difícil “aprender en cabeza ajena” recomienda a los nuevos reparadores aprovechar la información que hay en los videos de internet, pero no se olviden del trabajo presencial, “uno encuentra las cosas finas tocando los equipos y herramientas. Aprendan, capacítense y cuestionen siempre”.
El mejor maestro
En cualquier profesión existen varios ejemplos de maestros, personas que nos ayudan y nos hacen mejores en nuestra labor. Así aprendió Manfred de un gran maestro, el único pintor certificado por su majestad, la reina Isabel (QEPD). “En México nos ayudó mucho, se metió a los talleres, venía al país y se quedaba semanas enteras”, recordó con entusiasmo las enseñanzas de su maestro.
Manfred Brandes no le teme a los retos, los abraza y siempre busca aprender, cambiar y mejorar a favor de la rentabilidad y productividad.