 Ante algunos escenarios negativos que prevalecen en el sector automotor estadounidense, país líder en el mercado automotor mundial, algunos consorcios automotrices ya están afinando motores para echar andar una serie de estrategias que buscarán sacarlas de la mala racha en la que cayeron.
Para muestra, el Grupo DaimlerChrysler, recientemente anunció un plan de Recuperación y Transformación de tres años que buscará el retorno a la rentabilidad para el año 2008, además de que se enfocará a modificar su modelo de negocio a largo plazo. En general, el plan de la automotriz tiene como objeto un retorno de las ganancias, dirigido especialmente ala reducción de costos. De hecho, fue diseñado para exceder las metas pautadas y de esa manera compensar dificultades que puedan surgir imprevistamente en el mercado. |
Así, la meta es obtener una mejora financiera de tres mil 500 millones de euros (cuatro mil 500 millones de dólares), o un retorno sobre las ventas de 2.5 por ciento para el año 2009.
Dicho programa, será apoyado por una inversión de dos mil 300 millones de euros (tres mil millones de dólares) en nuevos motores, transmisiones y diferenciales, lo cual permitirá una ofensiva de producto de más de 20 modelos totalmente nuevos y 13 versiones renovadas entre los años 2007 y 2009.
Por otra parte, la estadounidense Ford va hacia el mismo camino con su plan de reestructura “Hacia adelante” para la región de Norteamérica, que incluye lanzamiento de productos, reducción de costos y eliminar el exceso de capacidad, con el cierre de plantas y despidos.
En este último punto, la firma tiene programado recortar alrededor de nueve mil trabajadores en la zona entre 2007 y 2008. No obstante, su plan de acción también tiene que ver con estrategias mercadológicas enfocadas a sus productos, tal como lo hará este 2007, periodo en que renovará el 70 por ciento de su gama de vehículos Ford, para el 2008 los modelos Lincoln-Mercury; y en 2010 pretende completar la transformación.
Ford, al igual que DaimlerChrysler, prevé desembolsos de 17 mil millones de dólares entre 2007 y el 2009, que incluye gastos de operación y de reestructuración.
Es importante recalcar que en ambas marcas, México no se encuentra en una posición de desventaja, sino todo lo contrario, ya que las dos automotrices ubican a nuestro país como estratégico en sus negocios. De hecho, está entre las opciones alternas a EU para instalar plantas y tomar las bondades de la manufactura mexicana.
Como muestra, Ford tiene pronosticadas importantes inversiones en el país, y aunque aún no lo anuncia abiertamente, la armadora tiene planes mundiales para sus plantas mexicanas. Por ejemplo, la ubicada en Cuautitlán, Estado de México, el mes pasado inició la manufactura de nuevas líneas de camiones, que contrajo un turno adicional de trabajadores y una inyección de capital no especificada.
Otra de las automotrices que no echa campanas al vuelo en su país de origen es General Motors, que apenas comienza a vislumbra un camino más favorable con los resultados de las ventas del mes de febrero, periodo en el que las aumentó 11 por ciento respecto a las registradas el año anterior.
Con este panorama, se ha obligado a las automotrices a eliminar decenas de miles de puestos de trabajo y cierre de numerosas fábricas, cuyo fin es prever más caídas y recuperar le terreno perdido, siendo México un país estratégico que ayudará a sanar parte de sus negocios.