Combatir los problemas en el taller automotriz
Es muy frecuente que en un taller automotriz no haya señales que identifiquen las zonas de trabajo o del equipo que se utiliza; además un taller no necesariamente implica que sea un lugar sucio o lleno de grasa. Lo importante es ponerle un orden. Como parte de estas recomendaciones Sistemas Integrales de Capacitación y Asesoría Automotriz (SICCA), ofreció la conferencia “Trabajo en Equipo”, impartida por el licenciado Alberto Quiroga donde recomendó el uso de anaqueles, cajas de colores y espacios que permitan identificar las herramientas con el objetivo de reducir costos, tiempo y evitar problemas que puedan generarse.
Dicen por ahí que “no hay que ver moros con tranchetes”, y dicen bien, por ello Alberto Quiroga mencionó que es importante saber identificar los verdaderos problemas, ya que ante la negativa de querer solucionar un problema o darle mayor peso a otro, el efecto es que en la mayoría de los casos surgen inconvenientes que no teníamos.
¿Cómo definir un problema?
Hay que tener en claro que un hecho se convierte en un problema cuando nos causa ruido, aquí entra el análisis sobre qué hacer para darle una posible solución: “un problema tendrá efectos que a su vez se convertirán en otros problemas. Será inútil tratar de resolverlos si no identificamos la causa principal”.
Para SICCA es importante implementar esta serie de recomendaciones en los talleres con el fin de evitar problemas y darle solución a los que ya se tienen. La limpieza es parte de las sugerencias, ya que un lugar limpio generalmente siempre es un sitio ordenado, con la ventaja del impacto visual y confianza que le da al cliente, al mismo tiempo que reduce los niveles de accidentes asegurando así la salud fisica de los empleados.
Por otra parte, es muy común que en la búsqueda de soluciones para resolver un problema, esta dependerá de los criterios a tomar por lo que se debe tomar en cuenta el aspecto económico, tiempo y la eficacia de una solución. Pero para resolver un conflicto es importante tener la decisión de querer cambiar, asumir la responsabilidad, tener la disposición de escuchar y sobre todo ser constante en lo que se hace.
Asimismo, existe la tendencia a limitar nuestros conocimientos, a sentirnos incapaces de llevar a cabo una acción, por temor al que dirá la gente, el temor a fallar, todo esto límita el crecimiento tanto personal como para la resolución de un problema, sumado a las restricciones tanto reales como ficticias que se pueden ir creando. De esta manera es prioritario saber qué es lo que en realidad se busca y en esa búsqueda darle una solución.
Al seguir con estos principios se podrá alcanzar el éxito, “es cuestión de hábito, el cual se logra por medio de la repetición. Mantener la intención de cambiar, hacer de la motivación algo importante para ser mejor”.