Centros de Investigación y Tecnología

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Centro de tecnología electrónica

Otro de los centros educativos que también visualiza un desarrollo tecnológico en la materia es el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), en Guadalajara, Jalisco, quien de igual forma edificó su Centro de Tecnología Electrónica Vehicular (CTEV).

Raúl Leal Ascencio, coordinador académico del CTEV, indicó que dado que la electrónica cada vez gana más terreno dentro de los vehículos, de hecho para el 2010 cerca del 35 por ciento de los mismos será ocupada por este segmento, fue uno de los objetivos principales de la creación del centro, el cual mantuvo una inversión cercana a cinco millones de pesos, y fue apoyado por el Fondo del Programa para el Desarrollo del Software (Prosoft).

Expresó que el CTEV se concentrará en desarrollar nuevas ideas y conceptos para lanzar productos. “Queremos hacer diseños y prototipos, pero no haremos maquila”. Además, se llevarán a cabo investigaciones y desarrollos en las áreas de seguridad automotriz.

Entre las áreas de desarrollo están: el manejo de microcontroladores, microprocesadores, programación hecha bajo estándares internacionales, manejo de sensores mediante red inalámbrica dentro del auto, y otros.

Desarrollos UNAM

Gracias a sus centros de investigación y desarrollo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) también está considerada una pieza clave en el sector automotor mexicano.

De hecho, recientemente la institución participó en la actualización del equipo de pruebas de frenos de Volkswagen de México, ya que como parte de su proceso de construcción de vehículos, emplea una máquina de fabricación europea para probar y mejorar los sistemas de frenado.

La armadora alemana requirió ampliar las capacidades del equipo, por lo que los especialistas universitarios, Rodolfo Peters y Enrique Gómez, desarrollaron un nuevo programa informático, diseñado específicamente al sistema de VW, el cual ahora permite reprogramar las rutinas de equipo cuantas veces sea necesario.

El proyecto fue implementado por la empresa Gaoli, proveedora de VW en el rubro de ingeniería de pruebas, y significó una inversión de 60 mil dólares para la automotriz.

En años anteriores, la UNAM ha participado en varios proyectos similares con la firma alemana.

RNH2

La creciente demanda y uso de hidrocarburos y los severos cambios climáticos que sufre el planeta, hacen ver la necesidad de fuentes alternativas de energía. Y es que los avances tecnológicos requieren cada vez mejores combustibles que, además de brindar mayor rendimiento, no produzcan tantos daños ambientales como sus predecesores.

En ese sentido, en México se ha conformado la Red Nacional del Hidrógeno (RNH2), la cual tiene como fin contribuir en la creación y fortalecimiento de vínculos entre empresas, centros de investigación y universidades interesadas en el área para promover la transición energética del país.

Salvador Landeros Ayala, presidente de la RNH2, señala que el organismo es resultado de una iniciativa planteada por la Facultad de Ingeniería de la UNAM (FI-UNAM), ante la necesidad de diseñar e impulsar un Plan Nacional de Hidrógeno que incorpore el conocimiento generado en el sector académico y tome en cuenta que actualmente sólo ocho por ciento de la energía producida es por fuente renovable.

Para el académico, la llamada Economía del Hidrógeno se encuentra más cerca de lo que se cree, pues estima que dentro de 15 años ese término predominará en los mercados mundiales.

“Quien no sea capaz de generar el novel combustible dependerá de otras naciones para su consumo, como hoy ocurre con el petróleo. Por ello, los centros de investigación trabajan en el desarrollo de materiales para las celdas de hidrógeno (tipo pilas o acumuladores), así como en estudios y análisis comparativos de su eficiencia según los distintos requerimientos. Contrario a lo que se piensa, su uso no es exclusivo de vehículos automotores, sino también resulta útil en la generación de energía eléctrica”, afirmó.

Empero, no son los únicos proyectos que se desarrollan, pues la máxima casa de estudios también realiza investigaciones en ciencia básica para combinar energía nuclear con hidrógeno.

En cuanto al manejo del llamado “combustible del futuro”, el ingeniero Landeros Ayala comentó que si bien se trata de una sustancia peligrosa, la correcta operación y almacenamiento pueden garantizar su seguridad, tal como ha sucedido con el gas licuado de petróleo (LP). De forma que entre las primacías de la Red no sólo se encuentra formar recursos humanos que generen conocimiento, sino además técnicos competentes para la operación de los dispositivos asociados a ese elemento.

Más información en Alianza Automotriz 328 julio de 2008

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