Dios no es hombre, para que mienta. ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo ¿ y no hará? habló, ¿ y no ejecutará? He aquí, he recibido orden de bendecir; el dio bendición, y no podré revocarla.
Números 23:19-20
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La Palabra de Dios es viva y eficaz, llena de grandes y maravillosas promesas para cada uno de sus hijos, ¡a la fecha se encuentran vigentes, es decir, no tienen caducidad!. Levanta tu mirada al cielo y verás que te abre las puertas, las ventanas y te bendecirá grandemente.
Para vivir la vida abundante que Jesús nos prometió es necesario activar sus promesas en cada área de nuestra vida (familia, trabajo, recursos financieros, los afanes, la angustia, la enfermedad, y entre tantas cosas, los miedos).
Cuando entendemos el potencial que existe en el Pacto con Dios, y comprendemos que todo se puede lograr por medio de Él, la vida se transforma de una rutina aburrida a una experiencia divina de fe, victoria y triunfo. Porque si no vives de acuerdo a sus promesas, no estás viviendo la vida que tiene reservada para ti.
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Cuando dices: “No puedo resolver las cosas”
Dios te dice: “Yo dirijo tus pasos”
(Proverbios 3:5-6)
Cuando dices: “Es imposible”
Dios te dice: “Todo es posible”
(Lucas 18:27)
Cuando dices: “Me siento muy solo”
Dios te dice: “No te dejaré, ni te desampararé”
(Hebreos 13:5)
Cuando dices: “Yo no lo puedo hacer”
Dios te dice: “Todo lo puedes hacer”
(Filipenses 4:13)
Cuando dices: “No merezco perdón”
Dios te dice: “Yo te perdono”
(1° Juan 1:9 – Romanos 8:1)
Cuando dices: “Tengo miedo”
Dios te dice: “No temas, que yo estoy contigo”
(Isaías 41:10)
Cuando dices: “Nadie me ama de verdad”
Dios dice: “Yo te amo”
(Juan 3:16-13:34)
Cuando dices: “No sé como seguir”
Dios te dice: “Yo te enseñaré el camino”
(Salmo 32:8)
Cuando te preguntas: “¿Qué camino me conduce a Dios?”
Dios te dice: Mi Hijo amado Jesucristo
(1° Timoteo 2:5 – Hechos 4:12 – Juan 3:16)
Y cuando quieras saber todo lo que Dios quiere decirte…
lee La Biblia
(2° Timoteo 3:15-17)
Querido Dios!
Tú que estás en todo lugar y en todo momento te pido me des esa luz para continuar mi camino. Te doy gracias porque cuando me acerco a ti, respondes todas y cada una de mis preguntas .
Por favor ayúdame a entender tu palabra y poderla aplicar en mi vida diaria.
Gracias por la paz que me das al saber y sentirte tan cerca de mí. Amen.
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