En 1903 llegaron los retrovisores de manera oficial al mundo automotriz de la mano de Dorothy Levitt, la primera mujer piloto en ganar una carrera de autos y es más de 100 años después que este componente se revoluciona.
Y aunque fue en 1921 que se registró la patente fue hasta los años 30 que se volvió en un aditamento estándar para todos los coches.
Y con la llegada de las nuevas tecnologías, las cámaras y los sensores, parece que los tradicionales espejos están a punto de desaparecer. La industria ha encontrado sustitutos más eficientes: la tecnología nos va a permitir terminar de una vez por todas con el infame ángulo muerto.
He aquí la importancia de que mecánicos se especialicen ante la inminente digitalización de los componentes de los autos
El retrovisor digital
Las cámaras y pantallas son una tendencia que se acelerará en los próximos años. Un cambio que se espera que traiga tanto mejoras de seguridad como de aerodinámica y ahorro energético.
El retovisor digital llegó por primera vez en un Lexus, pero es Honda con su Honda e que lo ha llevado más allá con cámaras compactas integradas en el perfil del auto.
La solución al legendario problema del ángulo muerto, así como mejora de la aerodinámica y de la eficiencia de combustible resultante, son sólo algunas de las ventajas de este nuevo sistema.
A éstas se añade también una importante mejora de la visibilidad en condiciones meteorológicas adversas. Las cámaras se ajustan automáticamente a los niveles de luz para ofrecer una claridad superior a los espejos convencionales y evitar que se produzcan deslumbramientos o brillo durante, por ejemplo, la conducción nocturna.