Un hombre serio, comprometido con su trabajo y su país, así es José Zozaya, quien, con más de 40 años de experiencia en el sector privado y público, asumió el reto de dirigir el destino de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Gustoso de los desafíos, Zozaya entiende mejor que nadie en qué consiste dirigir importantes agrupaciones y mantener buenas relaciones con el gobierno.
Sumar para mejorar
“La clave del éxito en este tipo de representaciones es sumar; sumar esfuerzos, no buscar confrontaciones sino negociar, esto me ayudó como presidente de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles y en la American Chamber of Commerce of Mexico”, rememoró.
En este momento de incertidumbre económica y social es necesaria una voz que genere confianza y él quiere ser ese eslabón de unión para crear un organismo más incluyente.
“Buscamos crear una AMIA mucho más dinámica, más activa en cooperación con el gobierno federal y los gobiernos estatales. Es fundamental que la asociación sea vista como un auténtico representante del sector automotriz”, señaló.
Precisamente al ser uno de los sectores más pujantes de la economía mexicana –cabe destacar que de cada 100 dólares que se invierten en el país, 21 corresponden a la industria automotriz- es necesario trabajar para mantenerse como un país atractivo para la inversión extranjera.
“Para atraer mayor inversión extranjera a nuestro país se tiene que cuidar la que ya tienes, ver que funcione y opere adecuadamente […] que no haya más trabas en temas burocráticos, que sea más competitiva y eficiente, la clave es el respeto al estado de derecho. La inversión se va a donde hay seguridad y no sólo la inversión extranjera sino la nacional”, aseguró.
Su voz suena fuerte, pues sus 14 años como director de Kansas City Southern de México (KCSM), nueve como director de Asuntos Legales y Gubernamentales en ExxonMobil México, así como su dirigencia en el Consejo Mexicano de Transporte, le dan la autoridad para encarar los retos de la nueva década como el aumento del contenido regional de autopartes en los vehículos hechos en América del Norte y el cambio en las líneas de producción de las armadoras que están en territorio nacional.
Apoyo constante e incondicional
Parece una labor titánica, sin embargo, tiene un soporte que siempre ha estado con él desde el inicio de su carrera, su familia.
“Es fundamental, en labores donde uno dedica tanto esfuerzo y energía; es dedicación y tiempo que se le quita a la familia y es allí donde se necesita esa comprensión”, comentó.
Tras 40 años de transitar en diversos sectores, José Zozaya tiene una valiosa herencia para las nuevas generaciones.
“Tenemos un gran país, podemos hacer las cosas mejor de lo que estamos haciendo” y a su familia le recomienda “que se capaciten no para que sigan mis pasos, sino que sigan sus propios pasos”.
Si algo aprendió en su largo camino es que el trabajo no es pesado si se hace con gusto y pasión.
“Hay una frase que tomé como filosofía, ‘si Dios te concede hacer lo que te guste ese día dejarás de trabajar’. Yo no trabajo por trabajar y menos ahora, lo hago porque me gusta”.
Una vida de labores merece un instante de relajación y eso lo consigue haciendo ejercicio, leyendo un libro, viajando “cuando se podía”, dice entre risas, reunirse con amigos y disfrutar de una bebida y un buen puro.
Así su voz se relaja y se permite una última reflexión, “mi reto es conocer mejor al sector automotriz, tuve acercamientos porque era un proveedor del servicio del transporte, pero ahora lo estoy conociendo a fondo”.