La Asociación de Representantes, Importadores y Distribuidores de Refacciones y Accesorios para Automóviles (ARIDRA) llevó a cabo un panel “La industria automotriz mexicana y su situación ante el COVID-19”, patrocinada por HELLA y con la participación de representantes de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Confederación Nacional de Talleres (CNT), la Industria Nacional de Autopartes (INA) y ARIDRA.
Aquí, Oscar Albín, titular de la INA, destacó que los meses de mayores caídas en 2020 para el sector de autopartes fueron abril y mayo ante el cierre de plantas de manufactura, no obstante, a finales del año, la industria recuperó significativamente.
En este contexto calificó con impactos negativos severos, la falta de liquidez provocada por cierre de 3.5 meses de facturación, la falta de acceso a materias primas de otras regiones por cierres de operaciones, así como la incertidumbre y la falta de directriz en el manejo de la pandemia por parte del gobierno federal.
En contraste dijo, con la pandemia el organismo también desarrolló áreas de oportunidad para enfrentar el impacto por la crisis sanitaria, entre las que destacan el diseño, prueba e implementación de protocolos sanitarios conjuntamente con el IMSS, la implementación y regulación dentro de las empresas del trabajo a distancia (home office) y la implementación del proceso para aplicar pruebas de detección de COVID-19 en los centro de trabajo.
Antonio López, presidente de la ARIDRA, señaló que el sector de repuesto automotriz fue uno de los menos afectados durante el primer año de la pandemia, con una caída de sólo el 5% ante la imposibilidad de comprar autos nuevos por parte de los clientes.
Al hacer referencia a las áreas de oportunidad, destacó que la asociación también tuvo que implementar home office, comercio electrónico para la venta de autopartes, videoconferencias, redes sociales, marketing digital y catálogo electrónico en los negocios de refacciones.
En su intervención, Rudi Esquivel Bolaños, presidente de la CNT, apuntó que luego de hacer frente a la caída del 60% promedio en el número de servicios automotrices por parte de los talleres mecánicos en los meses de abril y mayo, los talleres se encuentran operando al 100%.
Dijo que para aminorar el impacto de la crisis sanitaria, los talleres implementaron servicios a domicilio para evitar que los clientes tuvieran que salir, creciendo así el servicio de talleres móviles, a su vez se incrementó la digitalización de los talleres adoptando mayor presencia en redes sociales, destacando también el incremento sustancial de pagos con tarjetas de crédito.
Guillermo Rosales, titular de la AMDA, afirmó que la venta de autos nuevos ha sido uno de los sectores más golpeados durante la pandemia, derivado de problemas que ya presentaba la industria como la importación de autos usados, la crisis internacional, la desconfianza y endeudamiento del consumidor, situación que se agudizó con la llegada del coronavirus.
De acuerdo con el ejecutivo, no será hasta 2024 cuando se muestre un mejor comportamiento en la venta de autos nuevos.
Perspectivas 2021
A decir de Oscar Albín, la recuperación de la vida cotidiana en Estados Unidos provocará una tendencia de consumo que favorecerá el mercado, mientras que la condición de nuestro país seguirá deprimida con bajas en producción.
Tendencia que dijo, se verá recompensada con los autos que se vendieron en 2016 y 2017, siendo los años con años récord en comercialización.
“El efecto de la caída del mercado en los últimos tres años, los empezaremos a resentir en tres años en el mercado de repuesto”, agregó.
Para la ARIDRA, 2021 será un año positivo con crecimientos cercanos para la industria del 14%. Recordó que en nuestro país existen 33 millones de unidades que deben ser aprovechadas, parque vehicular compuesto por autos, camionetas, camiones medianos y camiones pesados.
Finalmente, Rudi Esquivel, señaló que en 2020 el crecimiento de talleres fue de 1.2%, por lo que confió que este año se contempla un 20% en los trabajos realizados.