Atención y calidad
Para Oscar Márquez, gerente de El Cigüeñal de Oro, negocio ubicado en Teziutlán, Puebla, permanecer 55 años en el segmento especializado es resultado de contar con refacciones de primera calidad, precios accesibles y atención personalizada.
“La ventaja que aporta un negocio como éste, deriva en que al especializarnos, brindamos toda esa experiencia, que al mismo tiempo nos exige contar con el respaldo de calidad y garantía, además de actualizarnos constantemente”, mencionó.
Explicó que gracias a las demandas que le genera su negocio, actualmente El Cigüeñal de Oro cuenta con el respaldo directo de los fabricantes de componentes para motor como: TF Victor, Mahle y Arbomex, mediante la Asociación de Rectificadores y Reconstructores Automotrices (ARRA).
Al responder a la interrogante, ¿por qué un negocio especializado y no uno en general? Oscar Márquez aseguró que ante la competencia desleal que muestran algunos negocios dedicados a la venta de refacciones en general, se optó por competir sólo con piezas de calidad.
“Hemos modificado nuestra estrategia y hoy en día utilizamos camionetas de transporte que salen a buscar trabajo en otras poblaciones cercanas, el reto es grande, pero las oportunidades existen, sólo hay que trabajar más”, afirmó.
Servicio personalizado
Otro de los ejemplos que ha seguido el camino de la especialización para crecer es Grupo Sare, empresa nacional ubicada en la Ciudad de México, que tras 35 años de trayectoria, se ha consolidado como una de las compañías más reconocidas en la venta de partes para transmisiones automáticas y reconstrucción de convertidores.
Sin embargo, la compañía asegura que a pesar de contar con la confianza de los clientes, actualmente es más difícil mantenerse como un negocio especializado en el ramo, en la medida que la tecnología y componentes se van modificando.
Incluso, estimó que los negocios sin importar su giro, tienen que adaptarse a nuevas formas de vender y a las mismas exigencias de los clientes, factor que obliga a los propietarios a actualizarse mediante seminarios y exposiciones, con el fin de entregar una asesoría profesional a los consumidores.
“Cuando iniciamos éramos sólo cuatro refaccionarias dedicadas a este giro, hoy somos más de 100 los especialistas en transmisiones automáticas e hidráulicas, y si además de ello, sumamos la competencia generada a raíz de internet donde se ofertan los servicios, eso nos da la pauta para cambiar las estrategias de retención al cliente”, señaló.
En este contexto, dijo, una de las fortalezas de Grupo Sare es el respaldo, garantía y calidad de sus componentes.
“El mantenimiento en los automóviles de vital importancia, pero debido a que en México no tenemos esa cultura, la durabilidad de una pieza que reconstruimos es muy variada y dependerá del comportamiento del conductor”, manifestó.
Y es que para los clientes, resaltó la empresa, adquirir una refacción reconstruida como es el caso de una dirección, el precio puede oscilar entre los mil, hasta los cuatro mil pesos; mientras que en la agencia, la reparación por una dirección llega a costar 15 mil pesos.
Así, para Grupo Sare dedicarse a este segmento y no a uno de refacciones en general, se debe a la complicación de abarcar la mayoría de componentes automotrices que requiere un auto.
“Englobar toda la industria es muy complicado, y pocas veces permite dar un servicio especial al cliente, esta es la razón por la cual buscamos obtener más información de los componentes que vendemos”, enfatizó.
Acorde con Grupo Sare, el segmento de negocios especializados seguirá teniendo un futuro promisorio en los siguientes años, siempre y cuando este tipo de negocios se actualice e invierta en mejorar el servicio.
“Como todo oficio, esto tiene sus ventajas y desventajas, por una parte contamos con la experiencia de 35 años y el conocimiento en este ramo; pero por otra, al especializarnos 100 por ciento desconocemos otros sectores, lo que limita las posibilidades”.
No obstante, con la finalidad de hacer frente a la competencia y las demandas en materia de tecnología, la compañía incursionó recientemente en la venta de sistemas electrónicos con surtido de cuerpos de válvulas, sensores, correderas y otros componentes relacionados con la transmisión, que a decir de la compañía son un nicho de negocio en el mercado.
La Casa del Arnés
Hace cinco años en el norte de la Ciudad de México surgió La Casa del Arnés, refaccionaria dedicada 100 por ciento a la elaboración, reconstrucción y comercialización de arneses automotrices.
Así, con más de 15 mil conectores para sensores, bulbos, motoventiladores e inyectores, Sandra Núñez Ramírez, encargada de La Casa del Arnés, aseguró que es un empleo altamente rentable, debido a que este tipo de productos no se encuentran con facilidad.
“Reconocemos que es un trabajo arduo porque inicialmente no teníamos conocimiento de cómo ordenarnos financieramente o tener personal a cargo; sin embargo, son más las satisfacciones”, agregó.
Explicó que los arneses automotrices se dividen en lo que anteriormente era el sistema carburador, donde la mayoría de las instalaciones era por medio de zapatas, mientras que con la llegada de los sistemas fuel inyection, los componentes se modificaron.
“Las piezas que más se desplazan son los conectores para inyectores y focos, como parte de nuestro servicio damos al cliente la información necesaria para prevenir las piezas y no dañar sus arneses”, comentó Sandra Núñez.
Afirmó que en la zona, si bien no son los únicos dedicados a esta actividad, sí son los únicos especialistas, factor que les obliga conocer las necesidades de los usuarios y hacer mayor uso de la tecnología, con la intención de abrir en un mediano plazo otros negocios iguales.
De acuerdo con Sandra Núñez, las piezas que distribuye en su mayoría La Casa del Arnés son de importación, y existen otras que no se consiguen ni por esta vía, por lo que surgió la idea de reparar y adaptar arneses y abastecer así a una amplia gama de vehículos que circulan en el país.
“Un conector que se repara puede durar hasta 12 años, ello dependerá de las condiciones de manejo, la ventaja de acudir con un especialista es que el cliente encuentra lo que busca y siempre se va con la solución a sus problemas”, apuntó.
En este punto, hizo hincapié en la importancia de que el cliente busque piezas originales y de alta calidad, “el producto chino nos engaña en la condición económica, porque en la mayoría de los casos obliga a comprar dos veces el mismo producto”.
Agregó que una pieza china de mala calidad, puede variar su precio entre un 50 y 70 por ciento contra el original, sin embargo, el tiempo de vida de la pieza es menor, y en varios casos llega a dañar los sensores”.
Gracias a este servicio personalizado, La Casa del Arnés cuenta con clientes de diversas partes del país, quienes acuden a ellos, derivado de la estrategia de comunicación y recomendaciones.
Finalmente, para Sandra Núñez hacer crecer su patrimonio dependerá en gran medida de la capacitación y especialización constante que pueda sumar a su trabajo, y en el trato con los consumidores.
“Hoy en día asisto a exposiciones porque mi intención es prepararme mediante cursos, en contraste con el movimiento de la industria, el primer semestre del año ha sido excelente para nosotros, todo el tiempo tenemos trabajo a pesar de las crisis económicas. Actualmente nos llegan arneses de distintas partes del país, una demanda que contrarrestamos con calidad y una estrategia que nos permite crecer con paso firme”, concluyó.
Alianza Automotriz
Edición impresa septiembre de 2014