Resiste industria de autopartes

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De acuerdo con la INA,  la producción de componentes automotrices bajará cinco por ciento en el 2008 y 10 por ciento al término de 2009, frente a la disminución del consumo doméstico de vehículos y los envíos al exterior.

Ante los resultados de un 2008 complicado y las perspectivas de un 2009 crítico, frente a la crisis de la industria automotriz mundial, el sector de autopartes nacional espera su peor escenario en el transcurso de los próximos meses al enfrentar una serie de paros técnicos en las líneas de producción de las automotrices asentadas en el país debido, principalmente, a las bajas ventasen el mercado interno y en las exportaciones, principalmente a Estados Unidos.

De hecho, aunque al cierre de esta edición aún no se daban a conocer los resultados totales de 2008, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), prevén que las ventas internas concluirán con una baja de hasta un siete por ciento comparado con 2007.

Hasta noviembre del periodo referido, las unidades colocadas en el mercado doméstico reportaron una caída de 19.6 por ciento, lo que hace suponer, de acuerdo con las proyecciones de la AMDA, que sólo el mes de diciembre de 2008 registrará una baja de 22 por ciento.

Además, la AMIA, en su último reporte de 2008 (hasta noviembre), advierte que la producción de vehículos ligeros de pasajeros en el país  en el onceavo mes del año disminuyó 2.1 por ciento; mientras que en el periodo enero-noviembre reflejó un ligero crecimiento de cinco por ciento.

Asimismo, proyecciones destacan que la producción de vehículos en el país durante el 2009 caerá 12 por ciento y hasta el 2010 se espera una paulatina recuperación.

Todo ello, derivado de la situación económica estadounidense, la cual golpeó a la industria automotriz global, siendo las tres grandes de Detroit (Chrysler, General Motors y Ford) las más afectadas, reduciendo su participación en el mercado automotor más importante del mundo y en consecuencia una disminución en las operaciones de otras filiales, entre ellas las establecidas en México.

Menor producción y empleos.
Mientras la recuperación comienza, estimada en los dos próximos años, la industria de autopartes hasta ahora es de las más afectadas.

Agustín Ríos Matence, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), aseguró que debido a los paros técnicos realizados recientemente por las armadoras en el país, al término de 2009 este sector registrará un déficit de cinco por ciento con respecto al 2007, lo que significará una pérdida cercana a mil 450 millones de dólares del valor de los componentes fabricados.

Dijo que en el 2007, el valor de la producción de las autopartes ascendió a 28 mil 630 millones de dólares, que será menor en cinco por ciento en 2008 y bajará en 10 por ciento al cierre de 2009.

Manifestó que actualmente más del 60 por ciento de la producción de partes automotrices va dirigida a las tres grandes de Detroit con abastecimiento en México y Estados Unidos.

“Con esto, las pequeñas empresas autopartistas nacionales, que representan alrededor del 20 por ciento, son las más afectadas”, afirmó.

Incluso, el directivo señaló que algunas compañías productoras de componentes ya han cerrado sus puertas, otras paralizado su producción y varias más ya recortaron personal.

Según Agustín Ríos, la pérdida de empleos en dicha industria al término de 2008 será de 10 mil.

Sin embargo, para el Sistema de Información del Sector Automotor Mexicano (Sisam) la reducción de plazas de trabajo en dicho sector fue mayor, pues hasta el tercer trimestre del año pasado, se reportó una reducción de 15.6 mil empleos directos.

En conjunto con la industria terminal, con 12 mil plazas menos, consideró el organismo, suman en conjunto 16.8 mil despidos, además de 400 puestos que se añadieron en los últimos meses.

El análisis destacó que el mayor impacto negativo del mercado  corresponde a la reducción de la demanda interna de autopartes de equipo original y exportaciones directas.

Además, agregó, influye la desaceleración en la producción doméstica total de vehículos y la disminución de la demanda interna de unidades nuevas, tanto por falta de liquidez como por la legalización de vehículos usados importados.

“Los efectos negativos en el empleo son más graves en la industria de autopartes, por cierto, una actividad que también basa en gran medida sus operaciones en los envíos al exterior, por lo tanto está resintiendo la crisis de nuestro principal mercado extranjero, Estados Unidos”, indicó el Sisam.

Apuntó que lo más grave en materia de desempleo se prevé para el primer trimestre del  2009, sobre todo en la industria terminal.

Más impactos
Y aunque durante el año pasado se resintió la economía estadounidense entre el gremio autopartista mexicano, que trajo algunos cierres de empresas principalmente en la zona norte del país, con los resultados de diciembre de la industria automotriz norteamericana, que bajó 36 por ciento y el acumulado del año cayó 18 por ciento, los estragos para las firmas mexicanas se visualizan con mayor impacto en el 2009.

Por ejemplo, en diciembre pasado, General Motors anunció un recorte de 30 por ciento en sus volúmenes de producción  planificada para el primer trimestre de 2009, lo que afectará de alguna forma a las tres plantas que tiene la automotriz en territorio nacional.

Esa decisión, informó la corporación, fue de acuerdo al declive del 41 por ciento que reportó en sus ventas de noviembre.

De esa forma, entre enero y marzo reducirá en 30 por ciento su capacidad de producción, con lo que dejará de fabricar  alrededor de 250 mil unidades en las plantas de la armadora en México, Estados Unidos y Canadá.

Las plantas instaladas en el país que realizarán la disminución temporal en el primer trimestre del año son las ubicadas en Silao, Guanajuato; Ramos Arizpe, Coahuila; y San Luis Potosí.

Por su parte, Chrysler cerrará (a partir del 19 de diciembre) un mes sus 30 plantas de manufactura, con el objeto de bajar su producción y ajustarse a la disminución de la demanda.

Dicha medida, paralizará hasta el 19 de enero de 2009 en México cinco plantas donde se fabrican los vehículos para sus marcas Chrysler, Dodge y Jeep.

En tanto, Ford, de acuerdo con líderes sindicales de las instalaciones de la planta de Hermosillo, en diciembre pasado, se recortó entre un cinco y seis por ciento de trabajadores sindicalizados (cerca de 150 personas; y  a pesar de ello, la compañía continuará con los tres turnos de trabajo.

Cabe destacar que la planta de estampado y ensamblado Ford Hermosillo concluyó el 2008 con una producción de 52 unidades por hora y con un paro técnico que inició el 20 de diciembre y se prolongará hasta el tres de febrero. Así,  la fábrica arrancará en el segundo mes de 2009 con una manufactura de 45 vehículos por hora.

Por otro lado, se sabe que la planta de Ford en Cuatitlán, Estado de México, debido a la reconversión de la firma, cerró sus puertas a partir del 19 de diciembre de 2008, las cuales serán reabiertas en el 2010.

Bajo nivel
Con este escenario poco alentador, la industria maquiladora de autopartes en Ciudad Juárez, Chihuahua,   este año estará trabajando en su más bajo nivel de producción, considerada histórica, lo que llevará a algunas empresas a cerrar sus operaciones.

Lo anterior, porque el impacto de la crisis de las automotrices golpeará a la industria local con más desempleo, paros técnicos e incluso el cierre de plantas por lo menos en los próximos 12 o 18 meses.

De igual forma, industriales del Estado de México han resentido los impactos de la economía estadounidense, pues
el último semestre de 2008 fue difícil al perderse ocho mil plazas, cuya tendencia podría continuar en el arranque de 2009.

El sector más afectado en la entidad fue el metal-mecánico, al ser una industria proveedora de la automotriz.

Ante este panorama, las perspectivas de 2009 son desfavorables para la industria automotriz y de autopartes nacional, pues a decir de Eduardo Solís, presidente de la AMIA, las ventas de vehículos durante el año continuarán a la baja, y se espera que el sector toque fondo en junio próximo.

Y como estrategia para enfrentar esa situación, señaló que las empresas y autoridades deberán buscar medidas que permitan mitigar la baja, volteando al mercado doméstico y buscando elementos y nichos de oportunidad, además de perseguir una estabilidad tanto financiera como de liquidez.

Entre las mejores tácticas para muchos de los autopartistas que operan en México, así como a refaccionarias, una ventana de oportunidad es el mercado de repuesto interno, pues serán los fabricantes de Equipo Original los que sufrirán los efectos de esta crisis.

Asimismo, las empresas que atienden el nicho de repuesto automotriz, por ejemplo LuK, ITW, Federal-Mogul, entre otras, las que reflejen menores impactos; mientras que las comercializadoras y refaccionarias mayoristas, como son  Rolcar y
Distribuciones SAGAJI, por citar algunos casos, seguirán creciendo ante un parque automotor nacional que requiere ser atendido constantemente.

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