Un reciente estudio de J.D. Power y SurveyMonkey Audience señala que sus encuestados han tenido un menor interés sobres los coches eléctricos y autónomos, contrario a las grandes inversiones que hacen las armadoras para desarrollar estos vehículos.
El estudio, realizado en el primer trimestre del 2020 y llamado Q1 Mobility Confidence Index, preguntó a ocho mil 500 consumidores y expertos del sector sobre su interés en estas tecnologías y las razones por las que daban sus opiniones.
Dudas y desconfianza
Así, el informe señala que el interés bajó por primera vez entre los consumidores estadounidenses y canadienses: “francamente, estamos preocupados por los fabricantes de automóviles”, dijo Kristin Kolodge, directora ejecutiva de interacción con el conductor e investigación de la interfaz hombre-máquina en J.D. Power.
“Están avanzando con tecnología en la que los consumidores parecen tener poco interés. Tampoco están haciendo los avances necesarios para cambiar las mentes de las personas“, enfatizó.
Este desinterés crece por las dudas que tienen los consumidores en estas tecnologías, los costos del vehículo, mantenimiento, las implicaciones ambientales de las baterías, infraestructura de carga y el poco rango de autonomía su rendimiento en condiciones climáticas extremas.
En este sentido, destaca que entre los canadienses la conducción autónoma no parece ser la mejor solución ya que su clima y territorio montañoso no les parece llevarse con una software que maneja por sí mismo.
COVID-19 podría ser positivo
El estudio se hizo, en su mayoría, antes de las medidas de confinamiento que implicó la pandemia del COVID-19, por lo que el estudio no duda que la contingencia podría impulsar a los coches eléctricos y la tecnología autónoma.
Y es que prevén que las necesidades de movilidad de los consumidores cambiarán tras el paso de la contingencia: la pandemia “puede alejar a algunas personas del transporte compartido hacia una propiedad más privada de vehículos, y algunos de estos vehículos privados pueden evolucionar a niveles más altos de automatización”
Situaciones así se han visto en China, donde la compra de autos se ha vuelto una opción para evitar el transporte público. En cuanto a la tecnología autónoma, unidades con esta innovació se ha comenzado a usar para evitar el contacto físico.
¿Y México?
Si bien el panorama para los autos eléctricos en México no ha sido muy positivo pues tienen crecimientos marginales, las mismas dudas de los consumidores estadounidenses y canadienses se reflejan en nuestro país, donde los costos son aún mayores y en el que un auto eléctrico es considerado como un vehículo de lujo.