La industria automotriz mexicana solicita al gobierno federal el permiso para que los pisos de venta abran sus puertas al público, luego de tres meses consecutivos de caídas drásticas derivadas de la crisis sanitaria y las medidas de distanciamiento social tomadas para prevenir el contagio de COVID-19.
Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), destacó que no se tienen registros de unidades venidas menor al registrado el pasado mayo, ni siquiera en la crisis económica mundial de 2009.
“Esto (la apertura) con la premisa de que estamos preparados para hacerlo bajo condiciones de seguridad y confianza en la aplicación de protocolos sanitarios que eviten la propagación del COVID- 19 y protejan la salud de los colaboradores y de los clientes”, dijo Rosales, quien destacó que a la petición se suman asociaciones como AMIA, ANPACT e INA.
Señaló que a nivel local hay autoridades que han dado el aval para la apertura de las distribuidoras de vehículos, como es el caso de Jalisco, Aguascalientes, San Luis Potosí, Yucatán y Michoacán (excepto Lázaro Cárdenas), aunque dijo que hacerlo de esta forma complica el proceso, de ahí el requerimiento de que se haga a nivel federal.
“Asumimos que, como parte integral de la industria automotriz, las empresas deben tener la oportunidad de colocar en sus pisos de venta los vehículos que están ya saliendo de las líneas de ensamble”, dijo al recordar que la producción ya arrancó en las plantas del país.
En mayo se registró una caída de 59% en las ventas de autos, con 42 mil 28 unidades colocadas, en tanto que en abril el descenso fue de 64.5%, en comparación con el mismo del año previo.