No se puede tener una organización exitosa a menos que cuente con canales de comunicación eficientes.
Fomentar el ambiente adecuado para que la información fluya y hacerlo con un lenguaje comprensible para todos es fundamental.
Muchas veces, cuando toco estos temas, me han llegado a comentar dueños de talleres que para ellos esto no funciona, porque no tienen una gran empresa, que a ellos les basta dar las órdenes y ya, lo cual puede parecer cómodo pero tiene muchos inconvenientes.
Recomiendo que antes de arrancar actividades, destines 15 minutos para comunicar las acciones y tareas del día, así como los pormenores que hayas detectado. La inversión para el trabajo del día será recompensada.
Muchos abren y comienzan a reparar autos a toda velocidad, solamente para llevarse la sorpresa de que tal vez le invirtieron tiempo a lo que no urgía y descuidaron lo que sí.
Una breve junta en la que se expliquen las tareas del día, los detalles importantes y se transmitan decisiones, puede ser la mejor inversión de tiempo pues evita malas interpretaciones.
Algunos evitan hacer reuniones porque las consideran improductivas, pero esto no es por la reunión en sí sino por la forma en la que se realizan.
A veces, sin darse cuenta, los mismos dueños de los talleres quienes hacen improductivas sus juntas de trabajo, porque ellos mismos fomentan el relajo o las burlas, se expresan mal y llegan a difundir información falsa o mal intencionada, que los acaba dañando, pues todo lo que afecta al taller acaba por afectar a los que laboran dentro de él.
Te invito a reflexionar, si las órdenes que das se prestan a confusión, es un hecho que lo estás haciendo de la forma equivocada, provocando mala interpretación.
Evita utilizar términos vagos o ambiguos: Pedirle a tu colaborador que deje el auto “bien” para entregar puede ser interpretado que se deje el motor a punto, pero también puede interpretar que además de esto se lave la carrocería y lo aspire. “Bien” puede interpretarse de muchas formas.
Generalmente hacemos uso de la comunicación verbal (de palabra), pero para ciertos casos es importante hacerlo por escrito, para crear compromiso. En otras ocasiones, también te podrás apoyar con imágenes para clarificar la información.
Te recomiendo también que no olvides que si tú entiendes la orden que has dado, no significa que los demás lo hagan.
Una práctica muy buena es que le pidas a la persona a la que le has dado una indicación que te explique en sus propias palabras que es lo que va a hacer y cómo lo hará.
Y sobre todo, en cuestión de comunicación, si como lo dices no es comprensible, revisa tu forma de mandar el mensaje, no te aferres a seguir mandándolo igual.
Adáptate a las circunstancias y acepta que tu gente te pueda decir con toda confianza “no entiendo”, para que de manera conjunta vayan encontrando verdaderos canales de comunicación.