Factores que originan los retrabajos en la pintura

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Los retrabajos son el resultado de la corrección de los defectos que llegan a producirse en las diferentes operaciones del proceso de repintado de vehículos, lo que implica el invertir más tiempo y dinero, afectando la productividad y rentabilidad del centro de reparación.

Causas de los defectos

Los principales factores que intervienen en la aparición de defectos y que son directamente responsables de los retrabajos en el taller, son:

  • Preparación de superficies.
  • Preparación y aplicación de los productos.

  • Condiciones ambientales.

  • Mantenimiento de equipos e instalaciones.

El pintor debe poseer una sólida experiencia en este tipo de trabajos, para evitar o minimizar su aparición.

Preparación de superficies

La limpieza y desengrasado de las piezas involucradas en la reparación tiene que realizarse a conciencia para evitar defectos como: falta de adherencia, siliconas (ojos de pescado) y contaminación por polvo en la capa de acabado, etc.

Otra operación fundamental dentro de la preparación de la superficie, es el lijado, para el cual se deben tomar en cuenta consideraciones importantes como el grano de lija a utilizar, dependiendo el tipo de sustrato; el uso adecuado de las diferentes lijadoras y los respaldos, con la finalidad de prevenir rechupamientos, rayas de lija o irregularidades en la superficie.

Preparación y aplicación de los productos

Los productos de dos componentes (2K), se suministran por separado, el endurecedor (catalizador) se añade justo antes de su utilización. En todo momento se deben seguir las indicaciones del fabricante de pintura en lo relativo a las proporciones de la mezcla y el modo de aplicación.

El uso inadecuado de los productos y su preparación incorrecta, pueden dar lugar a cuarteados, escurridas, sangrados o a retrasos en el secado.

Respecto a la aplicación, si ésta se realiza incorrectamente, pueden surgir defectos en las capas de acabado: escurridas, cáscara de naranja, pulverizados (briseado), moteado (aborregado), cebreado (marcas de diferentes tonalidades que aparecen en la aplicación de la base color o posterior al transparente), así como cambios significativos en la tonalidad de los colores metálicos.

El proceso de secado en la mayoría de las pinturas se puede acelerar con calor, a 60º C, durante unos 30 minutos. Si la temperatura y tiempo de secado no se controlan, provocan pérdida de brillo, velados y hervidos.

Es necesario medir adecuadamente el número de manos, el traslape en la aplicación, la cantidad de producto depositado y los tiempos de evaporación.

En la aplicación con pistola aerográfica se deben controlar aspectos como: distancia, velocidad, abanico, presión de entrada y salida, pulverización, etc.

Condiciones ambientales

Las circunstancias en las que se realiza la aplicación de la pintura, la temperatura y la humedad, pueden originar defectos durante o después de la aplicación.

En el caso de una temperatura inadecuada, pueden crearse escurridas, pérdida de brillo, cáscara de naranja, pulverizado y cebreado. Asimismo, la humedad puede retrasar el secado de los productos, provocando manchas de humedad en la capa de acabado.

Mantenimiento de equipos e instalaciones

La falta de mantenimiento en los equipos e instalaciones de pintura genera la aparición de contaminación por ojos de pescado, pulverizados, superficies irregulares en el acabado, etc. Se debe revisar periódicamente que el equipamiento empleado en las operaciones de pintura se encuentre en perfectas condiciones.

Valoración del daño

La valoración de un daño depende, entre otros factores, de su ubicación. En zonas poco visibles, los defectos pierden importancia, siempre y cuando sean estéticos y no afecten la capa de pintura.

Dentro de la superficie pintada de un vehículo, se pueden especificar zonas en donde un mismo daño o defecto tiene una valoración distinta.

Estas zonas se clasifican en:

A) Zonas exteriores con superficies muy visibles: Los defectos de pintura como contaminación por polvo, diferencia de tonalidad o manchas, llamarán más la atención entre más grande sea la superficie que los rodea. Estas áreas se encuentran en cofres, toldos, salpicaderas, costados y puertas.

B) Zonas exteriores con superficies menos visibles: Aquí se pueden incluir las zonas próximas a pliegues, estribos, zonas bajas en salpicaderas, puertas, facias y postes.

C) Zonas interiores no cubiertas: Aquí predominan piezas interiores como pases de rueda, marcos, pisos, etc.

D) Zonas interiores cubiertas: Superficies internas pintadas y tapadas con guarnecidos, tapicería o revestimientos.

El defecto ubicado en la zona A debe ser eliminado inmediatamente; en el resto de las áreas, la decisión estará condicionada a la extensión y gravedad del daño; si el daño está en la zona D, no será necesario eliminarlo.

Procedimientos en los retrabajos

Para eliminar de los diferentes defectos que aparecen en las pinturas existen dos procedimientos básicos.

  1. Lijado de la superficie o de las capas de pintura afectadas, con el fin de reparar las zonas dañadas (repintando). Este método se aplica en defectos muy notorios o que hayan afectado la capa de pintura.
  2. Lijado fino, pulido y abrillantado. Así, se mantendrá la capa de pintura original ante daños no muy graves.
  3. Estos procesos exigen el uso de productos, herramientas y equipos apropiados.

CESVI

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