Nuestra responsabilidad como mecánicos

La responsabilidad de los mecánicos va muchísimo más allá de reparar un auto, éste debe tomar conciencia de la importancia de su oficio

La responsabilidad de los mecánicos
Hacer una mala reparación, puede provocar una tragedia

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Una de las definiciones más sencillas de la responsabilidad es que ésta es la capacidad de responder ante las diferentes situaciones.

Muy de la mano con la responsabilidad, está la actitud, que es la forma en la que enfrentamos cada situación en particular. La suma de ambas va marcando la forma en la que resolvemos (o agravamos) los problemas que enfrentamos a diario.

 Tomar conciencia de la responsabilidad que nos atañe, es fundamental para que nos desempeñemos adecuadamente. Es por ello que quiero invitarte a reflexionar sobre la importancia de nuestra actividad, la cual involucra el cuidado de las vidas de nuestros clientes.

Mecánico responsable

Quien busca ser profesional debe tener siempre presente la enorme carga que adquiere cuando repara un auto.  Comencemos a definir esto por orden de importancia.

En muchos casos, el mecánico tiene en sus manos la vida de sus clientes, pues una reparación mal hecha en el sistema de frenos puede provocar un choque, y con ello daños o inclusive la muerte de los ocupantes. Caso similar sería provocar un incendio en un vehículo por no verificar que una manguera del sistema de combustible quede bien montada, o dejar un cable expuesto a provocar un corto circuito.

Las estadísticas de accidentes automovilísticos no son absolutamente precisas, pero es un hecho afirmar que un mecánico negligente puede ocasionar la muerte de personas.

En muchas actividades, que son riesgosas por la responsabilidad propia de su ocupación, existen certificaciones periódicas como es el caso de los mecánicos de aviación, a quienes se les exige para renovar su licencia (sin la cual no pueden laborar). Sin embargo, no sucede lo mismo con quienes reparan autos, quienes pueden hacerlo durante toda su vida sin tener una certificación seria, avalada por un organismo.

Un nivel más abajo en importancia, está el aspecto material. En muchos casos el auto es la posesión física más valiosa del cliente, y al dañarlo o devaluarlo con un servicio deficiente, lesionamos directamente su economía y patrimonio.

 En ese sentido conscientes del papel que jugamos, en lo sucesivo deberemos distinguirnos cada vez más por una ética profesional que nos lleve a guiarnos por valores como la honestidad, la responsabilidad, la solidaridad y el respeto, por mencionar algunos.

La responsabilidad, por tanto, debe ser aceptada, comprendida y ejercida permanentemente para cuidar la vida y patrimonio de los clientes.

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