El pasado 6 de diciembre se aplicó el último gasolinazo del año, y según la estrategia original, el último de la historia. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (AMEGAS), de ahora en adelante se ajustará el precio de los combustibles en enero de 2015, incrementando un porcentaje de acuerdo a la inflación; al parecer, para siguiente año el aumento será de alrededor del 3.5 por ciento.
Estos llamados gasolinazos han generado polémica dentro de la sociedad mexicana, siendo recientemente uno de los temas favoritos atacados en redes sociales. Pero, ¿realmente cuánto están impactando estos gasolinazos en nuestras finanzas personales?
Por esta cuestión, Analistas de Carmudi hicieron un análisis al respecto, donde encontraron que una persona que recorre aproximadamente 20 kilómetros al día en un sedán promedio, está gastando actualmente 798 pesos de gasolina Magna al mes, cantidad que habría sido de 732 pesos en diciembre de 2013. Esto representa un gasto adicional de 66 pesos al mes.
Para un profesionista con sueldo neto de 15 mil pesos mensuales, el aumento representa solamente 0.44 por ciento de su sueldo.
“A nivel internacional, el costo actual del combustible es bastante competitivo, y comparado con países Europeos, es incluso bastante económico”, comentó Edmundo Montaño, Director General de Carmudi.
Actualmente el costo del litro de combustible en México es de 13pesos, en Estados Unidos es de 12 y en Colombia alcanza los 17 pesos. Por otro lado, en Francia el mismo litro de gasolina cuesta 30 y en Turquía, el país con la gasolina más cara del mundo, se compra en 35 pesos por litro.
El país con la gasolina más barata del mundo es Venezuela, en donde el combustible ronda los 15 centavos de peso por litro; esto debido a un enorme subsidio por parte del gobierno, situación que desató una demanda voraz, forzando a Venezuela a importar gasolina cara para venderla barata, resultando en una inflación desmedida.
Es importante entender la razón de los gasolinazos, los cuales fueron concebidos para reducir el subsidio del gobierno de tal forma que se puedan invertir estos recursos en otros sectores. Eliminar el subsidio de la gasolina puede resultar impopular, pero es una medida que fomenta menor uso de automóviles y por lo tanto menor contaminación, tráfico e inversión en infraestructura vial.