Por: Mireya Peralvillo / Sonia Vazquez
“A río revuelto, ganancia de pescadores”, reza el refrán y la sabiduría popular no se equivoca, en esta crisis, los mecánicos deben revalorar su profesión y ver al taller no como un “changarro” sino como una verdadera empresa.
Ésta es la premisa de Alberto Quiroga, director de Proyectos de Sistemas Integrales de Capacitación y Asesoría Automotriz, SICAA, quien reconoció que en la tormenta es difícil ver las oportunidades, pero si no se aprecian a simple vista “las tenemos que buscar”, dijo.
Los momentos de crisis brindan oportunidades para que los técnicos automotrices se adapten y entre más pronto lo hagan, mejor. “No deben ver las recomendaciones de salud como imposición, sino como reglas para fortalecer el aspecto de servicio. Tienen que mandar el mensaje muy claro a sus clientes, que se preocupan por sus bienes y por su bien más preciado, la salud y la vida”, afirmó.
“Si nosotros hacemos las cosas bien, vamos a poder captar a nuevos clientes que van a buscar optimizar su dinero. Las empresas que estén fortalecidas van a permanecer y las débiles, desafortunadamente van a desaparecer”, reconoció.
Pero, antes de iniciar una revolución en el centro de trabajo es importante analizar dónde se encuentran y hacia dónde quieren llegar. “Es importante que tomen conciencia real de donde están, que exploren el entorno”, comentó.
“En el taller hay una serie de factores productivos que a veces se descuidan, comenzando por el más importante: el personal. Tenemos herramientas, equipos que a veces dejamos perder, estaciones subutilizadas, información que no se ocupa de la manera adecuada. Si tomamos conciencia de esto vamos a definir qué hacer”, apuntó.
Pero no sólo los lugares de trabajo van a cambiar, también los clientes. “Así como hablamos de una ‘nueva normalidad’, vamos a hablar de una nueva clientela. Esa persona que va al taller desde hace años va a regresar con una mentalidad diferente”, aseguró.
Ante la crisis, Alberto reflexiona un momento y se sincera, “hay que ser optimista, tener un buen ánimo no resuelve las cosas, pero sí facilita que las hagamos bien”.
Ya en el ámbito laboral, reconoció, es el momento de desarrollar capacidades gerenciales, tomar decisiones bien elaboradas.
“En situaciones de mucho estrés hay que rasgar mucho la pluma en el papel para escribir y diseñar planes, hay que aprender de aquellos que enfrentaron crisis, qué hicieron para resurgir. No es la primera de la humanidad y no va a ser la última, hay que enfrentar este tipo de situaciones”, aseveró.
Sus palabras no son en vano, sus 14 años al frente de SICAA como capacitador y sobre todo líder de opinión le dan peso a sus palabras, mismas que comparte mes a mes como colaborador de Alianza Automotriz desde hace casi 20 años.