Instituciones y empresas buscan sinergia en el desarrollo de vehículos experimentales
El impulso de nuevas generaciones por ofrecer tecnologías cada vez más sofisticadas, con los mejores beneficios para el consumidor y el ambiente, permiten a las instituciones de educación superior mejorar sus programas de enseñanza e intensificar el desarrollo tecnológico.
Tal es el caso de la producción de vehículos eléctricos que podríamos remitir sólo al trabajo de las armadoras. Sin embargo, en últimas fechas el compromiso por diseñar vehículos armónicos con el entorno y el usuario ya no sólo depende de los fabricantes, sino del ingenio y creatividad de jóvenes estudiantes, con el respaldo de las instituciones educativas por diseñar prototipos eléctricos de calidad.
De ahí la participación de algunas universidades en concursos de automovilismo deportivo eléctrico como el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) Campus Estado de México, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), y La Salle, entre otras.
Creatividad sobre diseño
Cumplir con las normas de calidad y seguridad es un punto esencial en la base de todo prototipo, cuya importancia retoma fuerza al combinarse con el ingenio de los jóvenes. Por lo que su diseño en seguridad y calidad de las partes, deben cumplir con las más exigentes estándares.
Uno de los principales requisitos para este tipo de vehículos, recae en el sistema eléctrico, el cual debe utilizar baterías recargables de plomo ácido y sólo pueden ser recargadas antes o al final de la carrera.
En cuestión de seguridad, estos vehículos equipan acojinamientos capaces de proteger tanto al piloto como a los espectadores en caso de alguna volcadura o colisión. Además, el cinturón de seguridad de tres puntos debe otorgar un tiempo estimado de seis segundos al conductor para salir del auto.
En el caso de las partes relacionadas con el sistema de transmisión como cadenas y engranes, deben ser totalmente cubiertas a fin de evitar el posible contacto y lesión con el piloto.
Sinergias y competencias
Una de las competencias más fuertes que se realizan con la participación de importantes instituciones educativas es el Campeonato Electratón Fórmula Experimental (F/Ex), con el apoyo de la Industria Nacional de Autopartes (INA), Toyota y LTH.
En este caso, el diseño de los vehículos posee un mecanismo acelerador capaz de regresar a cero, y no puede suministrar corriente alguna al motor. El eje de las ruedas es construido en barra sólida de acero de (6-8) con un diámetro no menor a 5/8”, los frenos hidráulicos pueden detener el vehículo cuando viaja a 30 kilómetros por hora en 3 segundos.
De acuerdo con Efraín Monroy Rubio, jefe de promotores de la zona Valle de México de LTH, es necesario impulsar a las nuevas generaciones, y lograr la posible combinación entre conocimiento, experiencia y apoyo de los patrocinadores.
“Anteriormente buscábamos a la escuela como imagen, ahora lo hacemos porque son quienes explotan la tecnología y nosotros como empresa buscamos el capital intelectual”, finalizó Monroy Rubio.