En los trabajos de repintado de vehículos, surgen diferentes procesos como: pintar una pieza nueva o reparada, considerando que cada caso requiere un proceso distinto.
Aun conociendo los diferentes procesos, el pintar un vehículo completo es un trabajo que requiere atención y una preparación especial; ante todo se debe evitar el riesgo de perjudicar la calidad y productividad.
Descripción del proceso
Antes de iniciar con la preparación de las superficies, se debe observar detenidamente cada pieza del vehículo, con la finalidad de verificar que el estado de la lámina sea el adecuado y determinar el proceso apropiado para la superficie afectada.
Características particulares que el pintor debe considerar:
1. Empapelado: Finalizando con una minuciosa limpieza exterior y de las zonas de separación de puertas, estribos, huecos y cavidades, se procede a seleccionar los equipos y materiales de empapelado, con el fin de evitar pulverizaciones finales no deseadas, que implicarán trabajos adicionales después del pintado.
La colocación de cinta de espuma de poliéster con adhesivo, es una opción para el empapelado de separaciones en piezas como cofres, puertas y tapas cajuela. Para el empapelado de cristales molduras y cañuelas la cinta trim; mientras que los pequeños accesorios se protegen con cinta masking tape.
2. Limpieza y desengrasado: Inicia soplando suavemente con una pistola y aire a presión toda la superficie, seguido de una limpieza con paños limpios y disolvente desengrasante; y por último, se pasa un trapo gomoso para retener cualquier partícula de polvo existente en la superficie que se va a pintar. El proceso se debe realizar antes de aplicar la pintura, para lograr un acabado libre de contaminación por polvo y suciedad.
3. Preparación de la mezcla y el equipo: Ya seleccionada la formula de color y la cantidad requerida en el sistema de computo, se procede a agregar en el envase la cantidad de tintas requerida para la obtención de color.
El paso siguiente, es colocar la regla de proporciones dentro del envase, así como añadir las cantidades exactas de endurecedor y diluyente, aplicando en este caso para una pintura en acabado monocapa. Si la pintura es bicapa o tricapa, sólo se adiciona diluyente en la relación de mezcla recomendada por el fabricante de pintura.
4. Aplicación de pintura: En esta etapa, se recomienda seguir un orden de aplicación en las piezas, dependiendo de la forma y superficie del vehículo con el propósito de buscar un ahorro en los movimientos, y que de como resultado un mejor aprovechamiento del tiempo.
Se aconseja pintar primero las zonas inaccesibles, tales como: los filos del cofre y tapa cajuela, ranuras y cierre de puertas. No cierre completamente las puertas para evitar que se peguen.
Si se llevan a cabo cada uno de los aspectos anteriores, el resultado final de la reparación será sin duda un acabado de calidad, lo que redundará en la rentabilidad y productividad del taller.
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