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La adquisición de sistemas de protección, en los últimos cinco años ha repuntado hasta en un 60 por ciento.
Ante el incremento de la delincuencia y una mayor cultura de protección, México hoy en día se ubica entre los países que más consumen dispositivos de seguridad. A nivel general, este mercado crece a pasos agigantados, que rondan los cuatro puntos porcentuales por año, cifra mayor al Producto Interno Bruto (PIB).
Incluso, de acuerdo con empresarios del sector en el país, y a la Asociación Latinoamericana de Seguridad, México es la nación más importante de la región en el segmento al registrar un valor de mercado de más de mil 200 millones de dólares.
Lo anterior, debido al creciente desarrollo de sistemas electrónicos y tecnológicos, siendo la seguridad electrónica la que ha aumentado considerablemente, segmento que se calcula en mil 200 millones de dólares.
Según un sondeo realizado en Expo Seguridad México 2008, realizada en el Centro Banamex de la Ciudad de México, entre diversas firmas expositoras, se detectó que en algunos casos, la adquisición de sistemas de protección ha repuntado hasta en un 60 por ciento en los últimos cinco años.
En ese crecimiento, también contribuye el rubro automotor también, pues el robo de vehículos es una actividad de “todos los días”, siendo las alarmas, películas anti-asalto, y hasta el blindaje y dispositivos de localización, los componentes que ahora crecen en su demanda.
De hecho, cifras de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), revelan que el hurto de vehículos particulares en el país va en ascenso, pues durante el 2007 se registró un aumento de 26 por ciento con respecto a 2006, al desaparecer 52 mil 876 coches.
De este total, sólo se recuperaron 25 mil vehículos, lo que hace una necesidad de contar con dispositivos que reduzcan los riesgos de robo y como medida de prevención.
Por esas razones, diversas firmas dedicadas a la seguridad automotriz, actualmente trabajan en diversificar su gama de herramientas, donde la cuestión tecnológica es imprescindible para evitar, impedir o prever el robo o, en su caso, localizar la unidad lo más rápido posible.
Localización vehicular
Este aspecto ha tomado fuerza en la última década. A decir de Armando Lozano, director general de Satellite Tracking Guard (STG), hace tres años cuando la firma llegó a México existían 300 empresas de localización vehicular y hoy ya suman más de 400 que compiten en el mercado mexicano.
Ello, dijo, derivado de los altos índices de seguridad y las nuevas reglamentaciones, que han causado la proliferación de estos sistemas.
Sin embargo, a pesar de dicho incremento, el directivo afirmó que la industria de GPS en México “aún no tiene la capacidad de producción que requiere”.
En este sentido, explicó, según cifras de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), sólo en el mes de marzo se vendieron 79 mil 575 vehículos ligeros, que por disposición de las autoridades, ya deben contar con dispositivos de rastreo satelital o radioeléctrico, como lo indica el Reglamento de Tránsito Metropolitano para recuperarlos en caso de robo.
Dijo que los retos que tiene la industria es responder a la demanda, pues “seguramente ni el uno por ciento de lo que se comercializó en este periodo cuenta con rastreador satelital”.
El directivo explicó que en cinco años, el rastreo satelital se ha posicionado en el país, sobre todo por la inseguridad en la que se vive en las urbes como la Zona Metropolitana del Valle de México, razón que llevó a las autoridades a tomar medidas serias, entre ellas, que desde la producción, los autos integren unidades de localización.
Según el Artículo 16 del Reglamento de Tránsito Metropolitano, los conductores deben cerciorarse de que su vehículo esté provisto de un dispositivo de geolocalización o de georeferencia satelital radioeléctrico o de tecnología similar (sólo para autos último modelo). De no incluirlo, se sancionará con una multa de cinco días de salario mínimo.
Ante el nuevo Reglamento del DF, el desarrollo del mercado de localización vehicular ha iniciado un nuevo auge, donde ya no sólo participan empresas especialistas, sino las mismas armadoras de automotores.
Por ejemplo, Nissan Mexicana lanzó recientemente su sistema propio de localización y rastreo de vehículos satelital, apoyado en redes de telefonía celular GSM y GPS, llamado Nissan Satfinder.
Este servicio, informó la firma nipona, se adapta a las necesidades de los consumidores de flotillas, particulares, empresas financieras y talleres automotrices.
Actualmente, aseguró, la efectividad de recuperación de Nissan Satfinder es de 98 por ciento, en un tiempo promedio de 20 minutos a partir del momento de emisión del reporte.