Balatas de disco

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Es molesto poner en marcha un vehículo y cada vez que presionamos el pedal del freno escuchar un horrible chillido o rechinido. Lo primero que nos viene a la cabeza es culpar a las balatas, no importa el tiempo que éstas tengan de haber sido puestas, o posiblemente al instalador, ¿cierto?

Para tener una mejor idea y saber lo que provoca tales ruidos, es importante saber que los frenos son un sistema y que las balatas o pastillas son sólo un componente de muchos. Pero sí, efectivamente la causa del problema son las balatas, demos un vistazo a las razones por las que esto puede estar sucediendo y tomar las medidas necesarias para corregirlo.

¿Qué balatas de disco son mejores?

La respuesta es subjetiva. Sólo usted sabe lo que busca para su sistema de frenos. Si existiera una sola balata o un solo componente que fuera mejor que cualquier otro, no tendríamos la cantidad de fabricantes y variedades que hay.

En general, siempre recomendamos usar una balata semi-metálica de alta calidad ya que ofrecen mejor frenado y resistencia al fundimiento y por lo tanto cristalización. Hay muchas semi-metálicas o compuestas híbridas que también sueltan menos polvo y son menos ruidosas.

¿Qué causa que las balatas fallen?

No hay una razón única para esta pregunta. Hay muchas variantes, sin embargo, en general la falla en una balata es causada por calor excesivo. Los componentes de una balata están diseñados para operar dentro de un rango de temperatura. Cuando es sobrecalentada a temperaturas por encima de su rango de operación se desgastará a paso acelerado y hará ruido.

Por otra parte, los rechinidos son causados por una vibración de alta frecuencia entre la balata y el rotor. El ruido en los frenos no es causado solamente por la balata, el diámetro del rotor y el endurecimiento del disco son también factores que contribuyen.

¿Cómo lo arreglo?

  1. Asegúrese de que sus rotores estén bien torneados y sus balatas bien alineadas, tornee o reemplace los rotores si es necesario, haga lo mismo con sus balatas.
  2. Inspeccione los calipers, los pistones de los calipers y toda superficie de montaje y piezas de contacto metal-metal. (Esto incluye la superficie de montaje rotor-maza, la cual comúnmente se contamina por polvo y otros intrusos.) Lubrique todas las piezas de contacto metal-metal con grasa a base de molibdeno o lubricante similar. Inspeccione el sistema completo y asegúrese de que los rotores y balatas estén bien alineadas al pisar el freno.
  3. Aplique una pasta anti-ruido o algo similar a la parte trasera de la balata, o use un shim (lamina anti-ruido) entre la balata y el pistón. Esto cambiará (amortiguará) la frecuencia de la vibración y ayudará a reducir el ruido.
  4. Un rebaje en las orillas o filos de la balata también ayudará a reducir los niveles de ruido.
  5. Inspeccione los componentes de la suspensión relacionados para asegurarse de no tener piezas afectadas, las cuales inducen estrés en el sistema de frenado, calipers y balatas.

Busque un trabajo de frenos libre de problemas mediante:

  • Revisión a todo el sistema de frenos, incluyendo lo hidráulico.
  • Reemplace todo el herraje de frenos y las partes defectuosas.
  • Use grasa para calipers a base de disulfuro de molibdeno para lubricar todas las partes metal con metal.

  • Tornee o reemplace los rotores.

  • Al instalar los rotores use herramienta manual de torque. La de impacto puede aplicar fuerza excesiva.

  • Use la balata correcta y según sus necesidades.

  • Suavice las balatas antes de instalar.
  • Revise los shims o láminas antiruido, reemplace si es necesario.

Información:

Rafael Serna

Gerente de marca

RAE México.

Tel.: (664) 681-2532

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