Si otros países, principalmente europeos, son líderes en el desarrollo de combustibles alternos como el hidrógeno o gasolinas y diesel más limpios, México se perfila como un gran generador de etanol, recurso energético potencial que ofrece ventajas económicas y ambientales a largo plazo.
Expertos advierten que el etanol puede sustituir hasta 29 por ciento de los combustibles en Europa; mientras que en México es el combustible más factible en primer lugar, seguido de la energía solar y la eólica. Las tres, actualmente son utilizadas principalmente en Alemania para producir hidrocarburos más limpios y que interesan a la industria automotriz.
De hecho, la Unión Europea tiene ya reglamentado el uso de la energía renovable, 2.5 por ciento del consumo total de combustibles líquidos deben producirse con biomasa (masa biológica, donde se pueden obtener recursos energéticos) y en el año 2010 cerca de 5.75 por ciento deben producirse también por este sistema.
Por su parte, México también ya comienza a visualizar dicho recurso, a tal grado que para el 2008 por lo menos se abrirán tres plantas productoras de etanol, ubicadas en los principales estados del país, donde se contempla una inversión cercana a 135 millones de dólares.
Dos de ellas, estarán en Sinaloa y una más en Jalisco. Las dos primeras, se dedicarán a la exportación del bioenergético, y la tercera, será la primera en vender el producto a Petróleos Mexicanos (Pemex) para que sustituya el metilterbutil que usa como aditivo en las gasolinas.
Incluso, serán inversionistas privados y productores de caña, maíz, sorgo, cebada, remolacha y oleaginosas, los que se asociarán para producir el etanol y oxigenar las gasolinas para las cuatro ciudades más grandes del país, a fin de reducir los riesgos de cáncer en la población y la contaminación de mantos freáticos, principalmente.
De esta manera, los inversionistas mexicanos y lo productores de campo se convertirán en “agroindustriales” dedicados a la elaboración de etanol, el cual gracias a sus cualidades ambientalistas, ha ganado valor agregado.
Todo parece indicar que la gasolina con etanol se venderá en primer instancia en el Distrito Federal, Valle de México, Guadalajara y Monterrey, lugares donde existe el mayor parque vehicular, más problemas de contaminación y, en consecuencia, donde se requiere con urgencia tener combustibles más limpios.
La migración al bioenergético no representará un costo extra en el combustible ni afectará el bolsillo de los consumidores, y se espera que posteriormente de que se utilice este oxigenante en las gasolinas se buscará hacerlo en el diesel.
Ahora lo único que resta es esperar la construcción de las biorrefinarías, las cuales iniciarán una vez que la Cámara de Diputados revise la Ley para la Promoción y Desarrollo de Bioenergéticos, que fue aprobada el año pasado, aunque se hizo una modificación debido a que la disposición establecía que la mezcla de etanol con gasolinas fuera de 10 por ciento y Pemex solicitó que fuera de 6 por ciento, como indica la norma, por lo que regresó con los diputados y está pendiente su revisión.