El sector automotriz mexicano enfrenta actualmente un gran deterioro causado por factores como la economía global y la entrada de vehículos usados procedentes de nuestras fronteras, principalmente con Estados Unidos, de acuerdo a un estudio realizado por la compañía Melgar de México.
Las armadoras que anteriormente se consolidaban como “fuertes” hoy presentan en sus cuentas enormes pérdidas financieras como es el caso de GM y Chrysler, las cuales en sus casas matrices (Estados Unidos) las han llevado a protegerse de sus acreedores a través de declararse en quiebra para poder reestructurarse.
También se debe tomar en cuenta que el consumidor ha cambiado sus preferencias de automotores al estilo “americano” (grandes y poderosos) por vehículos pequeños y eficientes en el consumo de combustible, en parte por su compromiso con el medio ambiente y otros por su economía.
Hoy dicho ramo industrial mexicano se está viendo dañado por los movimientos globales de las casas matrices en las compañías extranjeras que cuentan con operaciones en México. En el caso de las empresas de autopartes deben ajustar sus operaciones a las “nuevas” necesidades que les requieren las armadoras o a los ajustes de producción que hacen éstas en la manufactura de automotores. En tanto que, los fabricantes de vehículos deben ajustar su producción a la demanda, la cual se ha visto mermada por el declive económico y a la introducción ilegal de unidades usadas provenientes del extranjero.
Cabe señalar, que el fuerte impacto socioeconómico que ha sufrido el consumidor no incentiva a la venta de automotores debido a que prefiere mantenerse al margen de adquirir un vehículo o de cambiar su actual unidad motriz, ya que el efectivo con el que cuente será destinado a cubrir sus necesidades básicas.
Sin embargo, muchos consumidores que cuentan con un vehículo han manifestado (a través de encuestas realizadas por Melgar de México) que prefieren invertir en reparar su automotor que adquirir uno nuevo hasta no ver un cambio positivo y evidente en el comportamiento económico.
Otro punto que destacan los consumidores es que de comprar un automotor, éste sería un vehículo ilegal o una unidad que ya esté regularizada debido a su bajo costo, aún cuando muchos desconocen el riesgo que conlleva adquirir una unidad de este tipo, en muchos casos son automotores con demasiado uso y en otros reconstruidos, que de todas formas los convierte en altamente contaminantes y poco eficientes en su desempeño real.
A pesar de estas advertencias, el consumidor manifiesta que no importa, ya que “siempre existe una pequeña reparación o un ajuste aquí o allá en el vehículo para que siga rodando”.
Esto nos lleva a inferir que el mercado potencial que podría mantener a flote a las empresas de autopartes es el de Repuesto, mientras el mercado de Equipo Original se mantendrá a la baja.
A esto deberemos agregar que las políticas en materia automotriz que lleva a cabo el Gobierno Federal de México no permiten incentivar una renovación del parque vehicular mexicano. Pues en el caso de países, tales como Alemania y Francia, donde las ventas automotrices han caído se han implementado programas que incentivan la compra de vehículos nuevos, lo que ha permitido si no su recuperación total si su estabilización, a su vez que se renueva su flota automotriz.
En México los programas anunciados no se han ejecutado correctamente o solo se mencionan pero no se llevan a cabo quizás por la falta de compromiso de los gobernantes o porque no se llega a un consenso real entre este órgano rector y el sector privado automotriz.
Otro gran problema en el deterioro automotriz mexicano son las excesivas cargas fiscales que provoca la adquisición de un automotor (IVA, ISAN y Tenencia, principalmente) y que las autoridades gubernamentales no han querido modificar ya que les deja una gran entrada de efectivo, a pesar de que se pueden dar soluciones por otro lado que les generaría similar o igual ingreso.
Las resoluciones que tomen el Gobierno mexicano, así como las asociaciones para levantar esta industria deben ser ejecutadas inmediatamente antes de que el problema se agrave más de lo que ya está.
Al menos en los últimos meses se ha visto el interés de las asociaciones del sector por exigir ayuda a las autoridades gubernamentales, pero sin una adecuada respuesta ni un consenso entre las partes involucradas (Gobierno y sector), cualquier plan o programa no funcionará.
Se espera que la venta automotriz en México no rebase las 800 mil unidades este año, cuando el año pasado se comercializaron 1.07 millones de vehículos (ligeros y pesados) de acuerdo a asociaciones del sector y además se cuenta con un mercado potencial de entre 2 y 2.5 millones de unidades vendidas por año, volumen que no se espera alcanzar por lo menos en los próximos diez años (estimación de Melgar de México).
Asimismo, se calcula que, actualmente, se tiene un parque vehicular de 23 millones de unidades (datos de Melgar de México), del cual 64.78 por ciento corresponde a unidades legales y el 35.22 por ciento son unidades regularizadas e ilegales, cuando en el 2000 el parque vehicular legal representaba el 78.20 por ciento y las unidades regularizadas e ilegales reportaban el 21.80 por ciento.
Este último dato nos da una idea de la gran incidencia en pro de automotores “viejos” usados que han tenido las reformas automotrices por parte del Gobierno de México (decreto de agosto 2005 y apertura del mercado en el marco del TLCAN) y el poco interés que éste muestra por promover a la industria automotriz mexicana que da sustento a cientos de miles de mexicanos.
Estos datos nos llevan a pensar que el futuro inmediato para muchas empresas de autopartes será el Mercado de Repuesto, ya que éste crece considerablemente, apoyado principalmente por los vehículos de procedencia extranjera que ingresan al país de forma ilegal, que hoy en día significan 1.3 millones de unidades al año y que requerirán cambiar muchas partes para su correcto, o al menos temporal, funcionamiento.
Estudio realizado por la compañía consultora Melgar de México.
Fuente: AMIA, ANPACT, AMDA, AMIS, INEGI, Armadoras, Empresas de autopartes, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.