Tesla es una armadora que está dando pasos agigantados como empresa -no en vano es la segunda más cara de su tipo– y también hacia el futuro: autos eléctricos y conducción autónoma.
Parecería que tiene una tecnología inalcanzable para los demás, incluso, un ingeniero japonés del medio especializado Asian Nikkei admitió que en otras armadoras se podría ver algo como lo suyo, como mínimo, hasta dentro de unos seis años.
Pero, ¿qué tan cierto es esto? Hoy vamos a hablar un poco de este asunto.
Tesla está seis años en el futuro… ¿o las demás viven en el pasado?
Para entender esta situación hay que centrarnos en un punto: las cadenas de suministro.
Y es que la lógica de la fabricación de coches en casi todas las firmas sigue siendo la misma de mucho tiempo atrás. Estos viejos modelos de negocios contienen el desarrollo tecnológico de otras empresas, o por lo menos su comercialización.
Es por eso que las armadoras de antaño deciden continuar con complejos sistemas de unidades de control electrónico, o ECU, en los automóviles; para que no se les acabe, pues, el negocio a todas aquellas empresas subalternas que los ayudaron durante tantos años a crecer hasta ser los gigantes que hoy en día vemos.
Tesla es una empresa “joven”, por llamarla de algún modo, y cuentan con un control muy alto en la mayoría las piezas que utilizan. Es por eso que la americana sí se aventura a dar pasos adelante como, por ejemplo, corregir fallas por medio de actualizaciones de software, sin que lo tengas que llevar a un taller o comprar una pieza; entre otras novedades que, sin querer, comienzan a rompen con estándares antiguos.
¿Cómo se llegó a esta conclusión?
Esto partió de un desmantelamiento en un acto de ingeniería inversa del automóvil más accesible de Tesla, su Model 3 que tiene un precio base de cerca de 33 mil dólares (más o menos 622 mil pesos).
Este auto, con un precio relativamente competitivo para su naturaleza, cuenta con una unidad de control central integrada conocida como Hardware 3. Dicho módulo cuenta con dos chips, mismos que potencian las capacidades de conducción autónoma y mejoran el rendimiento en general del vehículo; mismos que también son susceptibles de actualizaciones por aire.
¿Terminó, Tesla, con las antiguas cadenas de suministro?, ¿o éstas estaban destinadas a desaparecer? Lo sabremos mucho antes de darnos cuenta.