La tracción delantera apareció en 1959 en el Mini Cooper y resultaba ser una buena solución para los motores de combustión, pero los coches eléctricos han venido a cambiar las reglas del juego y a darle total protagonismo a la tracción trasera.
Tesla ha sido el primero en cambiar esta situación al poner sus trenes motrices en la parte trasera de sus modelos, pero le ha seguido Volkswagen con la plataforma MEB con la que se construirán hasta ahora 4 modelos de la misma marca, de Cupra y Skoda.
Pero no solo ellos, el Ford Mustang Mach-E también se ofrecerá con tracción trasera, así como el BMW iX3 o el utilitario urbano japonés, Honda E.
Y es que en en los coches eléctricos no existe una razón convincente para la tracción delantera ya que la eficiencia y el coste es el mismo, además poner el motor en la parte de atrás da una mejor dinámica de conducción.
Y es que la tecnología eléctrica más pequeña y menos pesada por lo que ofrece un control más directo de la potencia y una mejor distribución de la fuerza de frenado en cada rueda, una ventaja cuando se conduce en terrenos adversos.
Tracción total
Se espera que muchos de los autos, incluyendo SUVs, que saldrán a la venta tengan una versión de entrada con tracción trasera, pero con la posibilidad de hacerla integral ya que es muy sencillo.
Y es que en los autos de combustión se necesitan muchos dispositivos mecánicos para llevar la potencia a cada rueda, sin embargo, en los motores eléctricos cada eje es independiente con un impulsor en cada uno, a partir de ahí es la electrónica y el software la que decide cómo repartir la potencia