La crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19 pegó muy duro a todo el país, especialmente a los pequeños y medianos empresarios.
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en México, en los próximos seis meses cerca de 500 mil empresas formales tendrán que cerrar definitivamente, de éstas la mayoría son micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
Un fuerte impacto para el país que hasta el 2018 contabilizó más de cuatro millones de mipymes clasificadas en los sectores de manufacturas, comercio y servicios privados no financieros.
En estas cifras se encuentran los más de 270 mil talleres mecánicos y 30 mil centros dedicados a la hojalatería y pintura, mismos que vieron cómo su trabajo se redujo a la mitad o más.
“El trabajo disminuyó hasta un 75%, es decir de cada mil pesos que generábamos en mano de obra se convirtieron en 200 o 300 pesos. Esto nos afectó, los que teníamos un soporte empezamos a tomar de allí para cubrir los gastos del taller”, explicó Alberto Alejandro Díaz, secretario de la Asociación Metropolitana de Talleres Automotrices y director del Instituto de Capacitación Automotriz para el Medio Ambiente.
Ante tal panorama, varios talleres mecánicos se vieron en la necesidad de bajar sus cortinas ante la falta de liquidez, otros quedaron endeudados y los pocos que salieron adelante señalaron que “es como si iniciáramos el negocio”.
“En México existe una escasez de ofertas de crédito para cubrir las necesidades de las pequeñas y medianas empresas. Si bien, existen nuevos jugadores financieros, sólo 33% los empresarios cuentan con un crédito formal para invertir en sus negocios”, revela el reporte Crédito y crecimiento de las pequeñas y medianas empresas 2019 realizado por la financiera Konfío.
Camino espinoso
¿Por qué le es difícil a las mipymes acceder a un crédito bancario?
“Desafortunadamente no todos somos sujetos de crédito”, dijo el representante de AMTA, al mismo tiempo reconoció que la mala situación económica en algunos de los talleres se debe principalmente a la mala administración que hay en este tipo de negocio en los cuales se llevan contabilidades muy rudimentarias y no hay formas de comprobar ingresos.
“El historial negativo que reportan las sociedades de información crediticia, impide u obstaculiza el acceso a crédito formal. Los empresarios tienen una dificultad para comprobar ingresos y flujos de efectivo”, detalla el reporte de Konfío.
De acuerdo con dicho análisis, los algoritmos que utilizan los bancos evalúan la conducta histórica, pero no contemplan el dinamismo, formalidad o crecimiento de los negocios, además de los altos requisitos para solicitar un crédito empresarial y finalmente tener un historial de crédito negativo o insuficiente. Al menos cuatro de cada 10 empresarios no cuentan con la conducta de pago deseada por los bancos.
Créditos a la medida
Sin embargo, actualmente existe una opción financiera para los talleres mecánicos como las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (SOFOM).
Jorge Avante, director general de ASOFOM, explicó a Alianza Automotriz que las sofomes ofrecen flexibilidad, pues a diferencia de los bancos se adaptan a la estacionalidad y nivel de ingresos de los talleres.
“Entendemos tu modelo de negocio. Si los talleres no tienen un historial crediticio, pero tienen herramientas que pueden dar en garantía, evaluamos el valor de éstas y les damos el crédito, somos muy flexibles. Entendemos la emergencia, si algunos negocios necesitan liquidez inmediata hay sofomes que en 24 o 48 horas te dan liquidez. Contamos con más de cuatro mil productos de crédito”, señaló.
Las sofomes se adaptan a las necesidades de los clientes, siempre y cuando exista un proyecto claro de para qué se necesita el efectivo.
De acuerdo con el directivo, algunas instituciones financieras pueden armar formas de pago de acuerdo con la carga de trabajo, es decir, si los talleres tienen más trabajo y por ende más efectivo a finales de año pueden pagar poco en los meses previos y ajustar la cuenta en esa época del año.
¿Muy tecnológico?
Otra de las alternativas de financiamiento para los talleres es el crowdfunding o fondeo colectivo. Una alternativa que surgió en los últimos años, el cual consiste en que los pequeños inversionistas se juntan para financiar proyectos a cambio de intereses o participaciones en las empresas (adquisición de acciones). Para los empresarios que se sienten más cómodos haciendo sus trámites en línea esta es una buena opción.
En esta opción es necesario contar con un proyecto viable como abrir un taller, expandir el que tienes o adquirir nueva herramienta, lo subes a una plataforma digital para solicitar fondos a uno o varios inversionistas, que analizan tu proyecto y deciden si aportan una parte o el total de tu solicitud.
De acuerdo con el fondeo que se elija, en cuanto se reúne el monto solicitado éste se transfiere y el empresario comienza a pagar según los términos pactados con sus inversionistas.
Al igual que los productos financieros tradicionales, una forma de proteger su negocio es revisar los datos de las fondeadoras y sofomes en la Comisión Bancaria y de Valores para garantizar su seguridad y evitar ser víctima de fraudes.
¿Y la opción del gobierno?
El gobierno de la Ciudad de México puso a disposición de los micro, pequeños y medianos empresarios cinco mil 662 millones de pesos en diferentes programas de crédito, que van desde 10 mil pesos del crédito a la palabra hasta cinco millones.
Para acceder a estos recursos los empresarios deberán comprobar no haber despedido trabajadores en esta contingencia.
En esta época de crisis busca el crédito que más te convenga, no cierres tu taller por falta de liquidez. La intención de las nuevas opciones financieras es que los negocios no se detengan.