Estudiar algunos programas de capacitación en ciertas zonas del país, no sólo requiere del compromiso del mecánico por ofrecer un mejor servicio; también exige contar con una infraestructura adecuada que facilite la comunicación de los técnicos automotrices a los centros de educación.
Primo Rodríguez Camacho, presidente de la Asociación de Mecánicos y Eléctricos de Dolores Hidalgo, Guanajuato, destacó que anteriormente el poder asistir a cursos y programas de enseñanza era muy difícil, problema que con el paso de los años ha disminuido pues ahora cuentan con el apoyo de un instructor que se acerca al grupo cada dos meses para actualizarlos en un tema diferente.
Reconoció que en su entidad las vías de comunicación aún son deficientes, por lo que para obtener este tipo de cursos, los integrantes se dividen los gastos del capacitador, inversión que incluye traslado, hospedaje y manuales técnicos.
“En nuestro caso, tuvimos que tomar cursos básicos, debido a que la mayoría de técnicos no tenía el conocimiento en temas esenciales para realizar las reparaciones, ahora, una de nuestras mayores inquietudes es el funcionamiento de los nuevos vehículos”, señaló.
Para Alberico Rodríguez, presidente de la Asociación de Prestadores de Servicio Automotriz en Ciudad Victoria, Tamaulipas, su región sólo recibe apoyos de actualización por medio del gobierno federal o estatal mediante programas políticos, además de los cursos que les otorgan algunas marcas automotrices como Gonher, Gates, Timken, entre otros; aunque éstos únicamente están enfocados a los productos de las compañías.
Indicó que para recibir educación en forma, en algunas ocasiones tienen que destinar cerca de 15 mil pesos por curso, monto que se divide entre las 19 empresas que conforman el organismo.
No obstante, destacó que gracias a las vías de comunicación eficientes, algunas instituciones educativas como los Centros de Capacitación para el Trabajo Industrial (Cecati), los apoyan con material audiovisual y espacios para realizar sus prácticas.
Retos y fortalezas
En el tema de la facilidad en la transportación, la ubicación geográfica de los talleres y técnicos automotrices es uno de los factores que puede influir en su aprendizaje.
Como es el caso de la Confederación de Talleres de Mexicali, organismo que debido a su cercanía con Estados Unidos, las diferencias del parque vehicular exigen tener una formación diferente para prestar atención a las unidades.
De acuerdo con Luis Félix, delegado de la agrupación, en Mexicali no sólo se dificulta obtener la información adecuada sino los productos que se fabrican en nuestro país, situación que se suma a los factores de precio, servicios y profesionalización.
A pesar de los obstáculos señalados, Manrique González Vargas, integrante de la Asociación de Técnicos Automotrices del estado de Hidalgo, comentó que ante la falta de infraestructura carretera, los interesados tienen que buscar por sus propios medios las técnicas que les permitan ofrecer un mejor servicio y con ello, obtener mayor rentabilidad en sus negocios.
“Existen escuelas dedicadas a ofrecer cursos y carreras de mecánica automotriz, pero la gente no va porque consideran que están lejos y que eso les implica invertir tiempo y dinero”, añadió.
Con el objetivo de ser mejor en su trabajo, Manrique González imparte conferencias técnicas, además de pronunciarse sobre la necesidad de promover el uso de Internet en los talleres mecánicos, con el propósito de navegar en los sitios web para estar informados sobre las nuevas tecnologías y evitar desplazarse de sus comunidades.
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