Mazda, Hyundai y BMW son algunas de las empresas automotrices que han hecho frente a las amenazas del nuevo presidente de los Estados Unidos, al seguir considerando a México para sus inversiones.
Cabe recordar que el presidente Trump anunció que impondría un fuerte impuesto a las empresas que quisieran vender en Estados Unidos productos manufacturados en otras naciones. Ante esto, directivos de Ford cancelaron la inversión de mil 600 millones de dólares que se había planeado en el estado de San Luis Potosí, donde se producirían vehículos compactos para su exportación al mercado estadounidense. En su lugar, se anunció que se construirá una planta en Michigan.
Siguiendo su ejemplo, General Motors anunció que trasladará la producción de ejes para pick ups grandes de México a Estados Unidos, con lo que se perdieron 100 puestos de trabajo en territorio nacional.
Tras lograr que las armadoras estadounidense regresaran a su país de origen, Trump amenazó con el mismo impuesto a firmas como BMW y Hyundai, con el fin de fortalecer la creación de empleos de manufactura en Estados Unidos. Sin embargo, las empresas aludidas no han seguido el ejemplo de Ford y GM.
Harald Krueger, presidente ejecutivo de BMW, se pronunció a favor del libre comercio mundial, y dijo que se seguirá adelante con la construcción de una planta en San Luis Potosí, donde se producirá la Serie 3 de la marca.
Por su parte, representantes de Mazda dieron a conocer que para este año esperan mantener su participación de 3.4% del mercado mexicano, mejorando su producción en la planta ubicada en Salamanca y protegiendo los 5 mil 200 empleos que genera.
Finalmente a poco más de un año de instalarse en nuestro país, Hyundai informó que comenzara a producir este año su primer modelo, con apoyo de su planta Hermana Kya, en la planta de Pesquería, Nuevo León.