Si bien la industria automotriz mexicana no se opone a que se regule el outsourcing en el país, las agrupaciones de productores, proveedores y comercializadores sí piden que se mantengan estos esquemas de contratación, además de que los posibles cambios se realicen hasta 2022.
“El esquema de producción que tiene la industria terminal utiliza tanto el outsoursing como el insoursing como una herramienta que le permite tener competitividad. No es que se evadan impuestos, lo que buscamos son formas más eficientes de producir”, señaló Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Cuevas también destacó que aunque se está de acuerdo en una regulación de este esquema, también pidió tiempo para que los cambios puedan aplicarse, algo en lo que coincidió con Oscar Albín, presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA).
“Debido a que esto impacta tremendamente en la planeación estratégica de la empresa, pedimos que se den los plazos suficientes para que cualquier cambio pueda ser implementado en una forma ordenada y no caigamos en errores o imprecisiones que pudiéramos ser acusados de haber faltado a la ley”, dijo el directivo de la INA.
En este sentido, Albin señaló que este periodo que se pide para llevar los cambios a 2022 tiene que ver con que la planeación financiera de las empresas ya tienen ejecutados sus planes para el próximo año.
Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, destacó la importancia de que las modificaciones al outsourcing se den en un marco de diálogo con el sector empresarial.
“Nos oponemos de manera muy firme a los abusos que lesionen los intereses de los trabajadores y que generen situaciones de competencia desleal en la operación de las empresas, en ese aspecto coincidimos con la justificación que presenta el ejecutivo para su puesta en marcha”, dijo Rosales.
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