México es líder en la producción de vehículos de combustión interna y quiere llevar ese liderazgo a la electromovilidad, no sólo en la fabricación de autos sino en el desarrollo de las autopartes para estas unidades.
La Industria Nacional de Autopartes (INA) da el primer paso rumbo a la descarbonización con la presentación del libro “Evolución de las autopartes para vehículos eléctricos”, material que servirá para sentar las bases para fortalecer y dar el siguiente paso de cara a la electromovilidad.
En la presentación, Francisco González, presidente ejecutivo de INA, explicó que el libro es un acercamiento para conocer la actualidad en cuestión de movilidad y dar pasos firmes rumbo a la movilidad eléctrica.
“Es una oportunidad histórica, México ya es potencia mundial y en INA contamos con las ventajas competitivas para fortalecer la industria en la cadena de suministro”.
“En los próximos años seremos testigos de la transformación de la industria de la movilidad y la descarbonización de la industria automotriz con el desarrollo de tecnologías más limpias”, agregó.
Relocalización
En este sentido, Edmundo Montes de Oca, vocero de la Secretaria de Relaciones Exteriores, le abrió las puertas a los inversionistas extranjeros.
El nearshoring o relocalización de empresas le abren una oportunidad única para el país, por lo que ya se encuentran en la formación de material humano y por supuesto del espacio.
Luis Abel Romero López, de la Secretaria de Economía, reconoció que los estados del norte están sufriendo por falta de agua, pero el gobierno trata de impulsar a los estados del sur para que allí se instalen los nuevos proveedores.
Mirar al futuro
Por su parte, la autora del libro, Verónica Orendaín, indicó que el desarrollo del sector autopartistas va de la mano del desarrollo de estaciones de recarga, pues entre más rápida sean más fácil será la transición a la electromovilidad y por consecuencia los proveedores también aceleraran su desarrollo.
Explicó qué, en este momento, China (por el tamaño de su población) lidera este desarrollo, pero México no se queda atrás en tecnología y puede dar el paso, siempre y cuando tenga el apoyo del gobierno con nuevas políticas públicas, que no sólo incluyan a los vehículos ligeros, también al transporte público.