La asociación que tienen Aston Martin y James Bond viene desde 1964 cuando el DB5 hizo su aparición en Goldfinger y desde ese momento esta marca se ha vuelto parte de la mitología del espía más famoso.
Siguiendo esta tradición y celebrando la película número 25 de la saga, Daniel Craig aparecerá en un Aston Martin totalmente eléctrico lleno de gadgets para acabar con el mal. Esta sería la última aparición del actor como el Agente 007.
El auto que manejará será el Aston Martin Rapid E el cual tendrá un costos aroximado de 250 mil libras y solo se fabricarán 155 unidades para finales de año, un problema debido a que la grabación del filme iniciará en abril.
El Rapide E será un coupé de cuatro puertas con una batería de 65 kWh que le darán energía a dos motores que generarán 610 hp y 950 Nm de par máximo con lo que se podrá acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4 segundos.
Este modelo tendrá una velocidad máxima de 249 km/h y una autonomía de 322 kilómetros.