Gobierno federal debe encabezar los esfuerzos para crear una verdadera política nacional electromovilidad. Existen esfuerzos aislados, pero falta un liderazgo que reúna tanto a la iniciativa privada, armadoras, asociaciones, academia y gobiernos locales, estatales y federales, explicaron especialistas.
En la presentación del estudio Recomendaciones para una Política Nacional de Electromovilidad en México de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y la empresa analista Frost & Sullivan indicaron que se debe trabajar para crear una política integral para bajar los precios de los autos híbridos y eléctricos, aprovechar el organigrama que ya existe en el gobierno y arrancar ya.
José Zozaya, presidente ejecutivo de la AMIA, indicó que el estudio se entregó a los diversos actores de la política, incluso lo harán con los candidatos presidenciales, pues México no puede perder más tiempo y rezagarse más en la adopción de estas unidades.
“Con esta política, México mantendrá su posición como líder en la fabricación d vehículos y se mantendrá como un proveedor confiable en la cadena de suministro de América del Norte”, indicó.
Con una estrategia adecuada podría aumentar la venta de estas unidades (que actualmente representa poco más del 4% de las ventas totales) hasta un 39% para el 2030, lo que significaría reducir alrededor de 26.2 millones de toneladas de CO2.
Faltan energías limpias
En este análisis indicaron que la falta de energías limpias es también una “piedrita” en el camino rumbo a la adopción de estas unidades.
La generación de la energía eléctrica para recargar estas unidades es un problema, pues las grandes ciudades están más adelantadas, sin embargo, falta infraestructura de recarga incluso en los hogares.
Además, algunos proyectos se encuentran detenidos por falta de apertura para que las empresas puedan instalar sus propios generadores de energía renovable, lo que facilitaría la transición hacia vehículos de energías limpias.