La automotriz estadounidense General Motors Corp anunció una caída del 11 por ciento en sus distribuidoras globales cayeron un 11 por ciento en 2008, con lo que la japonesa Toyota le arrebató el primer puesto en ventas que ostentaba desde hace 77 años.
De acuerdo con las últimas cifras, GM vendió en 2008 terminó con ventas equivalentes a 8.36 millones de unidades en comparación con los 8.97 millones de vehículos que colocara Toyota; es decir, unos 620 mil vehículos menos.
A pesar de ello, GM logró avances importantes en mercados clave como Latinoamérica, Medio Oriente y Asia de un aproximado del tres por ciento. Además de lograr diversificar sus ingresos, ya que de los 8.35 millones de vehículos vendidos, 64 por ciento fue destinado a otros países, provocando un retroseso anual de 21 por ciento.
Sin embargo, Toyota informó que sus ventas mundiales bajaron un cuatro por ciento el año pasado con ocho millones 97 mil unidades, ya que también debió enfrentar una costosa desaceleración en sus mercados claves.
Tanto GM como Toyota bajaron el perfil al significado de este cambio en el liderazgo del mercado.
La firma estadounidense, que tiene hasta marzo para demostrar al Gobierno que puede ser viable financieramente, cuenta con una valorización de mercado de menos de dos mil millones de dólares, mientras que Toyota está avaluada en unos 117 mil millones de dólares.
Pero al igual que GM, la japonesa ha tenido que reducir su producción en Norteamérica y retrasar sus inversiones, e incluso adelantó que este año fiscal informará la primera pérdida operacional de su historia.
Actualmente General Motors sobrevive gracias a los créditos del gobierno. Sin embargo, la segunda entrega de ayuda de cinco mil 400 millones de dólares se ha retrasado porque las autoridades pidieron más informaciones a la empresa.
Hasta el momento, GM ha recibido del Estado cuatro mil millones de dólares y en total le serán destinados 13 mil 400 millones. También Chrysler obtuvo cuatro mil millones y pide tres mil millones más. Ambas compañías tienen hasta el 17 de febrero para presentar sus planes de saneamiento y probar al nuevo gobierno estadounidense que pueden sobrevivir.
En medio de esta crisis que ha afectado a todas las automotrices del mundo, Fiat, que acordó el martes tomar un 25 por ciento de Chrysler en el marco de una alianza con la estadounidense, anunció más recortes de producción para enfrentar en mejor forma la caída en la demanda de autos.
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