Lilia Domínguez
El departamento de Administración de información de energía de Estados Unidos predijo que para el 2050 habrá más de 75 millones de vehículos propulsados con combustibles alternativos como gas natural, propano o biodiésel. Esto equivale al triple del número actual de vehículos de este tipo.
En algunas comunidades de Estados Unidos es frecuente observar camiones de basura o autobuses escolares que funcional con propano o biodiésel.
Bill Long, presidente y CEO de la Asociación de Fabricantes de Motores y Equipos (MEMA, por sus siglas en inglés), señaló que “se espera que más del 30% del crecimiento del mercado provenga de productos que actualmente no existen el mercado de postventa, muchos de de ellos relacionados con los AFV (Alternative Fuel Vehicles) y los de conducción autónoma, los cuales revolucionarán la industria automotriz”.
Con este crecimiento, vendrá una serie de retos y oportunidades para las empresas tanto fabricantes, como distribuidores y talleres mecánicos, que tendrán que prepararse para estar listos para este cambio.
Los talleres independientes deberán conocer las leyes que regularán la reparación de este tipo de vehículos, mientras que los dueños de las flotas deberán conocer también las características y costos de los combustibles.
En el caso de los gobiernos, éstos deberán prever el impacto en la infraestructura o la red eléctrica de las comunidades; de igual manera, bomberos y servicios de salud deberán recibir entrenamiento específico para saber como manejar cualquier emergencia relacionada con estos vehículos y combustibles.