Tips ARRA | Reconstrucción de un medio motor

La limpieza e inspección son muy importantes para facilitar el trabajo en el taller de rectificado

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Inspección preliminar

Antes de desarmar el motor para entender el por qué se desarma el motor y tener así una idea clara de qué es lo que se quiere encontrar.

Primero se tiene que desarmar por completo el monoblock, retirar todos los tapones de camisas de enfriamiento y de las galerías de aceite y combustible y realizar una inspección visual para detectar algún problema muy obvio que pudiera impedir la reconstrucción del mismo, como son roturas o agrietamientos graves excesivos, daños fuertes por erosión, corrosión, etc.

Limpieza

Para la limpieza del monoblock se puede utilizar los siguientes procedimientos:

Agua adicionada con productos químicos o detergentes, ambos de tipo biodegradables, ya sea en frío o en caliente, -según lo especifique el proveedor de dichos productos- en tinas de lavado o gabinetes de aspersión donde el agua no se vaya directamente al drenaje, sino que se esté recirculando y exista además forma de ir acumulando los residuos sólidos para su posterior disposición de acuerdo a las normas ecológicas. Es importante recordar que antes de tirar el agua ya trabajada ésta debe de ser químicamente neutralizada.

Por medio de calor, con hornos diseñados específicamente para limpieza de partes automotrices, que trabajen con gas natural o con gas LP y que cuentes con dos quemadores, uno para mantener la temperatura del horno y otro para el quemado posterior de los gases resultantes, con la finalidad de que cuando estos salgan a la atmosfera cumplan con las normas ecológicas establecidas.

Revisión de la integridad estructural

Esta revisión tiene por objeto localizar fisuras que no son visibles a simple vista, así como la inspección de todos los orificios roscados.

Dependiendo del tipo de material es la revisión, por ejemplo, en los monoblocks de hierro fundido (materiales ferrosos) la prueba es a base de partículas magnéticas, ya sea con proceso húmedo o en seco.

En los motores a diésel, principalmente aquellos de servicio pesado, la prueba de partículas magnéticas es obligatoria para las cabezas, monoblocks, cigüeñal y bielas.

En los monoblocks de aluminio (materiales no ferrosos), la prueba es con tinta penetrante.

En los monoblocks, tanto de aluminio, como de hierro fundido la prueba es hidrostática con aire comprimido e inmersión en agua caliente.

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