Gracias a importantes reducciones de costos y a pesar de los problemas técnicos en sus unidades, Toyota cerró su ejercicio fiscal 2009-2010 con ganancias netas por dos mil millones de dólares.
Sin embargo su facturación cayó 7.7 por ciento interanual a 175 mil millones de dólares, resultado de una baja de 4.4 por ciento en sus ventas de vehículos en el mundo, colocando siete mil 237 millones de unidades.
Entre las medidas que originaron esta recuperación, se encuentran la salida de la Fórmula 1, en noviembre pasado y el despido de miles de empleados de todas sus plantas.