El “futuro” que planteamos por ahora se ve cada vez más cercano, por lo menos es lo que dejan ver las empresas NIO, armadora china de automóviles eléctricos, y Mobileye, subsidiaria israelí de Intel desarrolladora de herramientas de asistencia al conductor.
Y es que en noviembre pasado, la empresa de Israel anunció el año pasado un importante proyecto de conducción autónoma nivel 4, y NIO mandó automóviles para que se les instalasen.
Ya se usan niveles de autonomía en automóviles comerciales, pero, como son desde el 1 hasta el 3, requieren de alguien tras el volante. Dotan de asistencia como frenado automático, mantener carril, cambio de dirección, etc.; mas la israelí quiere dar un paso más y evitar la necesidad de un conductor.
El proyecto, en principio, será destinado a robo taxis y autobuses sin conductor, en carriles exclusivos y con ciertas restricciones. Sin embargo, está en planes venta de automóviles particulares con esta tecnología.
La firma, asimismo, busca que el automóvil tenga la capacidad de gestionarse: cuando ya no tenga carga detecte y vaya a la estación más cercana y se recargue sin necesidad de intervención humana.
En cuanto a la china, mandó su modelo ES38 a Israel, éste nada más salió en el gigante asiático y cuenta con dos motores cruzados con más de 500 caballos de fuerza y batería de 100 kilovaltios por hora. Asimismo, dota de 580 kilómetros de autonomía entre cargas.
Esperan, ambas empresas, que se instalen los kits de forma adecuada y pronto puedan hacer pruebas.
¿Quieres ver un poco? Mobileye ha publicado videos sobre su conducción automática. ¿Qué te parece un coche que maneja por las calles transitadas de Jerusalén? Acá lo puedes ver.
¿Y los occidentales?
Del otro lado del mundo no se quieren quedar atrás, y saben que es necesario atender al desarrollo de tecnologías que compitan contra las asiáticas.
Es por ello que Ford y Volswagen han invertido en una startup llamada Argo AI, misma que desarrolla plataformas de conducción autónoma.
La estadounidense, incluso, ya dijo que invertirá 4 mil millones de dólares hacia 2023 para el desarrollo de su automóvil autónomo.
Y es que buscan que sus clientes de Estados Unidos y Europa cuenten con nuevas soluciones de movilidad y con el mayor confort; sin embargo, parecen ir por detrás de los orientales.