Además del confinamiento y la crisis económica, la pandemia del COVID-19 revolucionará a la industria automotriz al acelerar la integración de tecnologías en las hábitos de consumo, fabricación y hasta la venta de autos.
Así lo dio a conoce la consultora KPMG en su estudio “Encuesta Global a Ejecutivos Automotrices 2020”, la cual señala que la agenda tecnológica es la que está moviendo al sector, junto a que los usuarios que ven en los autos una forma de evitar el virus al no tener que compartir el transporte.
Sin embargo, algo que sobresale en el informe es cómo serán los autos que rodarán en las calles en los próximos años, y concluyen que no solo serán solo eléctricos y de combustión, sino que todas las tecnologías que hoy existen convivirán en 2040.
Los motores de combustión acaban cediendo
Para empezar, el informe señala que dentro de unos años, las diferentes tecnologías de propulsión de los autos coexistirá en incluso prevén que el mercado será dividido en 30% para los eléctricos de batería, 25% para los híbridos, 23% para los eléctricos que usan hidrógeno y 23% para los motores de combustión.
Cómo podemos ver, los expertos prevén un futuro a mediano plazo en el que los motores de gasolina y diésel ya no serán los que más vendan.
De igual manera, el 98% cree que la sostenibilidad será un diferenciador clave en los modelos automotrices que vengan en el futuro.
Así mismo, el 73% estima que la tecnología que implante un país sera proporcional a los recursos minerales que tenga éste para poder sostener ese tipo de movilidad.
En cuanto a la infraestructura de recarga, el 84% de los encuestados señalan que son las OEM las que deberán proporcionarla y hacerla de fácil experiencia para que su adopción sea rápida.