El Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sin duda traerá beneficios para México, sin embargo, este es el peor momento para implementarlo y cambiar las cadenas de suministro de la industria automotriz con un mercado deprimido y con baja demanda a futuro.
Pablo Ross, socio fundador de Xperttia y ex presidente de GM en la región andina, reconoció que obligar a las plantas a cambiar su cadena de suministro y adaptarse al tema salarial que propone el T-MEC en plena pandemia es un problema.
“Las plantas mexicanas tienen que incrementar su contenido regional, eso no lo veo complicado como el tema del salario” expuso.
Cabe recordar que la nuevas reglas del T-MEC señalan que el aumento de contenido regional del 62.5% 75%, además de cumplir con la regla de Contenido de Valor laboral, es decir que el 40% del costo de fabricación o los materiales del automóvil deben ser hechos por trabajadores que ganen 16 dólares la hora. “En México no existe ningún proveedor automotriz que produzca así, esa es una de las condiciones más difíciles de cumplir, de esta forma va a aumentar el costo de los componentes y al final lo va a pagar la marca o lo va a pagar el consumidor”, dijo.
En su presentación recordó que antes de la implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 1994, no había un solo proveedor mexicano competitivo, sin embargo, es este tiempo México aprovechó el tratado para convertirse en uno de los principales proveedores de autopartes no sólo para las armadoras locales, sino también como exportador de componentes.
Ahora a los fabricantes y proveedores ven a los cambios en la regla de origen y las certificaciones como su principal dolor de cabeza de cara al futuro.
No obstante, aseguró que el “T-MEC es algo bueno a largo plazo, pero la industria se tiene que acomodar”, aseguró.
Cabe recordar el pasado 24 de abril, el gobierno de Estados Unidos ratificó el T-MEC y de acuerdo al párrafo 2 del Protocolo por el que se sustituye el Tratado de Libre Comercio de América del Norte por el T-MEC, el primer día del tercer mes siguiente a la última notificación recibida, que corresponderá al 1º de julio de 2020.
“La próxima entrada en vigor del T-MEC impulsará la recuperación económica de nuestro país y de la región de América del Norte posterior a la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19. Asimismo, brindará certeza legal en beneficio del desarrollo de nuestras poblaciones”, señalaron la Secretaria de Relaciones y Exteriores y la Secretaria de Economía en un comunicado de prensa.
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