Antes de que hagas la venta de un auto usado o seminuevo, debes saber que tienes la obligación de declarar la comercialización del vehículo al Sistema de Administración Tributaria (SAT) para evitar una multa, recargos o en el peos de los casos un auditoría.
Todo esto viene en el Régimen de Enajenación de Bienes, el cual señala que las personas deben notificar, en su declaración anual, sus ingresos por la venta o permuta de propiedad de bienes sin importar si está inscrito en el RFC o no.
El Reglamento del Código Fiscal es el que señala que en caso de no avisar a las autoridades de la venta de un auto usado puede dejarte una multa de mil 400 pesos hasta los 17 mil 370 pesos.
El no cumplir con las obligaciones fiscales puede afectar el historial crediticio de las personas, lo cual se puede traducir en la imposibilidad de recibir un crédito de instituciones bancarias
La buena noticias, es que el comprador del auto puede deducir el gasto de sus impuestos (si está bajo el régimen de honorarios, actividad empresarial o régimen de incorporación fiscal), la mala es que el vendedor debe pagarlos.
¿De cuánto es el impuesto?
La ley considera que en caso de que ocurra una venta de autos entre particulares, el porcentaje del impuesto dependerá del valor del auto y el máximo que se puede cobrar es el 35%.
Si la transacción se hace entre un particular y una personal moral o empresa no hay ninguna retención de impuestos, siempre que no sea mayor a los 175 mil pesos, que es el monto máximo deducible.
Así que para el vendedor, lo mejor hacer el negocio con una empresa, mientras que para el comprador es igual ya que esto le da la oportunidad de conseguir la factura del automóvil.