El volante de inercia bimasa es un elemento mecánico poco conocido entre los usuarios comunes y corrientes por lo que cuando uno descubre que está mal es porque ya se acabó en el taller con una factura onerosa ya que la pieza en sí es cara y la mano de obra que se requiere eleva el costo.
El volante de inercia bimasa es una especie de plato mecánico que se conecta en el ciguëñal de los coches y que tiene por objetivo transmitir a la caja de cambios la fuerza generada por el motor de manera suave, progresiva y sin vibraciones.
Todos los motores generan vibraciones, así que la aparición de este elemento, que se popularizó en los 80s, hace que el giro del propulsor sea regulado y equilibrado para lograr una experiencia de conducción refinada.
Cuando algo anda mal en el volante de inercia bimasa se harán notables mayores vibraciones en el auto, las cuales provienen del motor, y se harán más obvias cuando se acelera lentamente. Las vibraciones serán perceptibles y fuera del ritmo del régimen de giro del propulsor y en ocasiones puede venir acompañado de ruidos.
Otra forma de detectar que está averiado es porque el coche vibra en exceso cuando soltamos suavemente el embrague al iniciar la marcha desde parado. El traqueteo también podría hacerse patente cuando se apaga el motor y sucede con brusquedad.
Aunque se requiere mucho estrés mecánico para que esta pieza se averíe, si se le deja funcionar en mal estado podría afectar a la caja de cambios, haciendo más grande el problema y el monto total de la factura de reparación.