| Proyecciones |
 Hasta diciembre del 2004, las ventas de automóviles se mantienen en un millón de unidades, la exportación quizá crezca 10 por ciento, las importaciones descienden, pero no lo que espera la industria automotriz nacional, las armadoras invierten millones de dólares en sus plantas y la adquisición de un auto cada vez es más accesible |
México venderá en este 2004 casi un millón 150 mil unidades, estima la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), de los cuales el 50 por ciento se desplazará por medio de los planes de financiamiento; sin duda, uno de los rubros más productivos para la venta de unidades por parte de las plantas armadoras.
En estos planes existen plazos desde 12 y hasta 48 meses para pagar, con enganches que no exceden el 25 por ciento y tasas fijas de interés, además, los clientes ya pueden cotizar sus pagos y el plan que mejor deseen, ya sea en un banco o en algún distribuidor.
Oferta tentadora, pues las firmas ofrecen seguro o un plan de mantenimiento o extensión de la garantía, sin duda se mantendrán dichos planes, pues el dinero fijo de los clientes que adquirieron un auto, es efectivo que se manifiesta en las utilidades de cada compañía al final de cada mes.
El 2005 no será diferente, pues todo indica que continuarán los altos precios de las materias primas, las importaciones crecientes, la producción que disminuye, el mínimo crecimiento de la economía interna, la guerra de precios que deprimen el mercado y lo saturan de ofertas en lugar de generar una competencia más sana.
Especulación
La inestabilidad política del país, que en algunos momentos refleja ingobernabilidad, no permite otro movimiento más que el de la incertidumbre. La industria automotriz nacional tiene que jugar a las estimaciones, pues no se arriesgará ante un panorama incierto, y sobre todo, vivir anticipadamente la carrera presidencial hacia el 2006.
Asimismo, las armadoras en nuestro territorio, entienden que la producción de vehículos se deprimiría, no porque ellas lo determinen, sino porque nuestro principal mercado, Estados Unidos, ha dejado de crecer y nosotros no hemos explotado otras latitudes.
Además, la situación se torna difícil, porque las materias primas como el acero para la industria automotriz no baja sus precios, aunque llegó a pensarse que quizá llegaría entre 40 o 50 por ciento del aumento que registraron; sin embargo, se prevé que los precios sigan igual durante el primer trimestre del 2005, además de un probable desabasto.
Lo anterior traería consigo, una vez más, un incremento en los precios de los automóviles, aunque las firmas automotrices absorberían esos incrementos, en lugar de que el cliente final sea el que los cubra.
Un vehículo puede contener un valor de acero entre 500 y 600 dólares, aproximadamente 6 mil y 7 mil pesos, más el costo del automóvil. Sin contar las materias primas como el caucho y el plástico, dos de los materiales que han sufrido alza por causa de la inestabilidad y volatilidad del precio del petróleo.
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