El ejército de Estados Unidos se está convirtiendo en un jugador importante en los biocombustibles y los mercados de energía renovable.
El Departamento de Defensa en 2011 compró 450 mil galones de biocombustibles para aviones de combate y otras aeronaves y planea convertirse en un comprador aún mayor en los próximos años. El Ejército, que gasta más de mil millones de dólares por año para abastecer sus instalaciones, está pensando en otras formas de energía como la solar, eólica y otras fuentes renovables para reducir ese costo.
Si bien estas alternativas son costosas en comparación con los combustibles convencionales, el esfuerzo de invertir en la nueva tecnología vale la pena, comentó Udall, miembro de los Servicios Armados del Senado de Estados Unidos.
Pero no todos están de acuerdo. Por ejemplo, la Cámara de Representantes de EE.UU. está considerando un proyecto de ley que dice que comprar biocarburantes cuestan más que los combustibles convencionales.