Ayer fue un día histórico para los mercados y más para la industria del petroleo que vio como la mezcla WTI de Estados Unidos se desplomaba a números negativos, llevándose consigo al petróleo mexicano que se vendió en -2.37 dólares el barril, sin embargo esta situación no ha afectado al precio de los combustibles del país.
Y es que el precio promedio de la gasolina magna se cotiza en 15.20 pesos, mientras que la premium está en 16.50 pesos, el diésel por su parte se vende en 19.10 pesos, según datos de Petro Intelligence, quien monitorea diariamente los costos en el país.
¿Por qué esperar una baja en combustibles?
El precio de los combustibles se tasa tomando en cuenta distintas variables como son los petropecios, impuestos, margen de utilidad de los gasolineros, y costos de logística.
En días pasados, ante la guerra de precios de Rusia y Arabia Saudita, el costo del petróleo fue bajando y con ello el de los combustibles, permitiendo que por primera vez en mucho tiempo se vieran costos por debajo de los 20 pesos en hidrocarburos.
Ante la situación de que actualmente se está pagando para que se lleven el petróleo que ya no puede ser almacenado ante la profunda caída del consumo tras el cierre de actividades esenciales en el mundo por el COVID-19, es de esperar que caiga el precio de los hidrocarburos.
¿Entonces, qué pasa?
Como ya mencionamos hay diversas variables para tasar el precio de la gasolina, además, analistas señalan que el desplome de los petroprecios será temporal y que por ello no se ha reflejado en las gasolinas.
Lo que es cierto, es que hay que esperar, ya que las gasolinas no van a bajar de un día para otro, incluso con el histórico desplome, pero si la situación continúa como hasta ahora es seguro que en algún momento veremos un descenso de los precios.
Por ejemplo, en España reportan que la gasolina se vende 16% menos es decir, apenas unos centavos menos que antes al pasar de 1.247 euros a 1.037.