Su semblante luce serio, sin tiempo para relajarse y no es para menos, tiene sobre sus hombros una enorme responsabilidad, dirigir los destinos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y la Asociación Latinoamericana de Distribuidores de Automotores (ALADDA).
“En 2010 me involucré (en la AMDA) como consejero independiente y en 2011 me ofrecieron convertirme en presidente ejecutivo, llevo ocho ratificaciones en el puesto gracias a la confianza de los distribuidores y al apoyo de los directores generales adjuntos”, recordó.
Por si esto fuera poco, en octubre de 2018 fue elegido dirigente de la ALADDA, organismo que integra a las asociaciones de distribuidores de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
“La ALADDA nos ha servido como un espacio para enriquecer nuestro conocimiento y compartirlo, ya que aunque existen temas en común hay otros que no lo son tanto, sin embargo, hemos podido llegar a firmar varios manifiestos para ayudar a mejorar el desempeño de la comercialización automotriz en la región, así como mejorar la seguridad vial y el medioambiente”, afirmó.
Su experiencia como presidente de la Bolsa Mexicana de Valores le permite tener una visión amplia de los problemas que aquejan a los distribuidores automotrices y negociar de una manera más abierta y plural para el beneficio de un sector que conoció desde pequeño, pues su abuelo y padre iniciaron con agencias automotrices.
Nueva década, mismos desafíos
El mercado se encuentra contraído, por este motivo, el principal reto para la próxima década es que la población tenga acceso a créditos para adquirir vehículos nuevos y que los segmentos de carga y pasaje reciban estos beneficios para renovar sus flotas.
Incentivar el mercado también es benéfico para el medioambiente, ya que un parque vehicular sano evita el derroche de combustible. “Tener movimiento de individuos y mercancías de forma más sustentable y responsable hacía el futuro”, afirmó.
Otro problema que afecta a los distribuidores es la importación de autos usados ilegales al país, mismos que en muchas ocasiones no cumplen con las condiciones físico-mecánicas mínimas para circular en territorio nacional.
Tras varios sexenios donde se permitió el ingreso sin control de este tipo de unidades, en 2015 se logró la Jurisprudencia para terminar con los amparos de los importadores.
“No estamos en contra de la importación de vehículos usados extranjeros, pero sí queremos que permanezca la regulación que permita el control adecuado de este tipo de unidades en beneficio de la seguridad vial y que no se afecten los precios de reventa de vehículos usados nacionales”, explicó.
Reflexiona un momento y expresa: “El principal reto es sostener el mercado interno en una época de incertidumbre, que prevalezcan los niveles de financiamiento automotriz”, afirmó.
Estratega
Dirigir no una, sino dos asociaciones, no es sencillo, requiere de un alto nivel de compromiso y visión, mismas que caracterizan a Guillermo Prieto, quien se reconoce como un profesionista comprometido con tres grandes fortalezas: el diálogo, la estrategia y la negociación.
El camino no es fácil, sin embargo, el director de AMDA no se amedrenta, al contrario toma el toro por los cuernos y admite dos tareas pendientes: “Mantener ordenada la internación de vehículos usados procedentes del extranjero y simplificar la sobreregulación a la que están expuesto los distribuidores”.
¿QUIÉN ES?
Licenciado en Economía del ITAM.
Maestría en Administración Pública en Harvard.
Fue presidente del Consejo de Administración de la BMV.
Dirigió la Federación Iberoamericana de Bolsas.
Estuvo a cargo de CONSAR.